Esta semana un estudio del Centro de Comercio
Internacional reveló que un 55% de las pequeñas y medianas empresas a nivel
mundial dijo estar “gravemente afectada” por la actual crisis, y un 20% teme
declararse en bancarrota en menos de tres meses.
A raíz de esto, Gabriel Vergara, Gerente General de
Smart CFO, empresa de asesoría administrativa y financiera, entrega
recomendaciones y alertas para aquellos empresarios que necesiten acceder a
créditos o alguna medida de inyección de liquidez inmediata para subsistir.

Esta medida, beneficia a pymes y personas naturales
con inicio de actividades productivas, que cumplan con los requisitos básicos
de elegibilidad y que tengan ventas anuales de hasta un 1mm de UF.
“Si se tiene un crédito vigente en el banco donde se
obtiene el financiamiento con garantía estatal, dicho crédito entra en una fase
de periodo de gracia obligatorio por 6 meses.
Ambos efectos permiten liberar mucho las necesidades
de efectivos de corto plazo, ayudando a las pymes a destinar el 100% de la caja
a su operación”, indicó Vergara.
Segundo, es importante tener claro si la empresa
será capaz de pagar el crédito en el futuro. Para ello, recomienda hacer una
sencilla estimación de los flujos de caja para las próximas semanas, considerando
tanto la condición actual como una situación posterior probable.
Esto, ya que, si el nivel de ventas está complicado y
no hay oportunidad de revertirlo, no es aconsejable endeudarse debido a que no
podrá pagar el crédito y podría incluso perjudicar a los socios de la empresa.
“Tampoco es recomendable endeudarse porque sí, algo
que muchas pymes han hecho con los créditos Covid. Si mi caja está sana y el
negocio va bien, no hay que sobre endeudarse; ese crédito se tendrá que pagar
en el futuro, e implicará desembolsos de plata que se podrían haber evitado”,
agregó el profesional.
Respecto a qué debe tener en consideración una pyme al
solicitar un crédito, indica que hay que prestar atención, además de la tasa
que ofrece el banco, a las comisiones, seguros e impuestos.
Dichos conceptos, en la mayoría de los casos, son incluidos
en el monto prestado.
La opción, es fijarse en el CAE (costo anual
equivalente), lo cual representa la tasa de interés efectiva que se va a pagar;
también otra forma sencilla es fijarse en la cuota mensual que se va a pagar, y
elegir por este ítem.
Para terminar, en relación a la correcta
administración de estos fondos, el experto financiero indica que los créditos
se podrían clasificar en dos, según sus fines.

En estos casos, se espera que las inversiones
comiencen a generar flujos constantes en el futuro, no de forma
inmediata.
La recomendación es destinar los fondos de los
créditos para una de las situaciones planteadas, y no para fines que no están
claros de antemano.
“Una buena
práctica es invertir, o sea guardarlos en un Fondo Mutuo de bajo riesgo,
depósito a plazo o en alguna cuenta corriente sin uso, así se pueden utilizar
cuando se requiera capital de trabajo o pagar esa inversión en equipo o
desarrollo, en función de lo pactado con el proveedor”, afirmó finalmente
Gabriel Vergara, CEO de Smart CFO.