La transferencia de tecnología es
el proceso en el que se transfieren habilidades, conocimientos, tecnologías, métodos
de fabricación, muestras de fabricación e instalaciones entre gobiernos,
universidades, empresas privadas y productores para asegurar, que los avances
científicos y tecnológicos sean accesibles a un mayor número de usuarios que
puedan desarrollar y explotar aún más esas tecnologías en nuevos productos y
crear valor, procesos, aplicaciones, materiales o servicios.Para las empresas, la transferencia de
conocimiento y tecnología puede convertirse en una generación de conocimiento,
ya que así consiguen incrementar el valor generado por sus investigaciones y
dotarlas de aplicación práctica.
Hace ya varios años, Viña La Estampa lleva
trabajando en un proyecto de innovación y transferencia en que se concretó en
la Incubadora de Innovación del Vino y la Oliva (IIVO), ubicada en la ruta 90,
km. 72.3 en Marchigüe, con el objetivo principal de contribuir a la singular
diversidad del Valle de Colchagua.Es así como en 2008, nace la Incubadora de
Innovación para el Vino y la Oliva (), un centro abierto a la comunidad cuyo
objetivo es la investigación e innovación en el vino y el aceite de oliva que
es dirigido por el enólogo Matías Pincheira y por la gerente Patricia Roca.
Su misión es ofrecer un servicio único y
exclusivo que sorprenda y emocione mediante el trabajo investigativo; apoyando
en todas las fases de elaboración y cumpliendo altas expectativas de calidad y
su principal característica es el asistir personalmente a cada cliente y
desarrollar productos de acuerdo a sus necesidades, preocupándose de todo
detalle durante el proceso, favoreciendo un resultado final, diferenciado y
único.
IIVO cuenta con el respaldo de Vinotec,
entidad que, con más de 20 años de trayectoria en la industria vitivinícola, ha
entregado servicios de excelencia a través de un equipo multidisciplinario,
apoyados por destacados colaboradores internacionales. Todo ello, junto a la
constante búsqueda de innovación y oferta de servicios del más alto nivel, que
permiten asesorar y entregar soluciones específicas, de acuerdo a las
necesidades de los usuarios.
Destaca por realizar un trabajo de manera
amigable con el medio ambiente, utilizando los subproductos de la propia
producción de vinos y aceites.
Miguel González, director de IIVO, afirmó,
“Nos dimos cuenta que los centros de investigación e innovación están enfocados
en los grandes productores. Por ello, quisimos contribuir poniendo a
disposición de los emprendedores, micro agricultores, estudiantes, agrónomos,
empresas y todo aquel amante de la agricultura, tecnología de punta para que
puedan obtener productos únicos y más competitivos en el mercado. Invitamos a
todos los que quiera seguir avanzando y conociendo esta área a visitarnos y
aprovechar esta oportunidad”.
Ilich Pérez, emprendedor, explicó los
beneficios de utilizar las instalaciones de IIVO, “Me encanta el mundo del vino
y junto con un socio decidimos crear la empresa Vinos Peroli. En ese momento,
comenzamos a buscar cómo obtener un producto innovador.
Fue así como llegamos
al centro y nos encantó. Ellos no sólo pusieron a nuestra disposición sus
instalaciones, sino que nos guiaron durante todo el proceso. Puedo decir que
co-crearon el producto con nosotros. Hoy no sólo tenemos vinos, sino que
también decidimos producir aceite de oliva y los resultados han sido
excelentes”.
IIVO es una empresa cercana,
descentralizada y regional, ubicada en el corazón del Valle de Colchagua, la
que además de entregar un servicio necesario y de la mejor calidad para
productores vitivinícolas y olivícolas, hoy es además reconocido como un punto
de encuentro que enriquece la esfera turística de la zona ya que cuenta con el
servicio de la cafetería DelMoli para atender a los clientes. Los servicios comienzan con una bodega de
micro vinificación que tiene una capacidad para 60.000 litros que, de vino, que
se guardan en ánforas Drunk Turtle, material de origen italiano y que son elaboradas
en cocciopesto con capacidad para 1.700 cada una.
Este material, utilizado en la antigüedad
por los romanos y conocida por los fenicios, tiene la característica de ofrecer
una notable durabilidad en el tiempo, una alta resistencia e inercia térmica.
Las ánforas, presentan indudables ventajas para la elaboración de vinos en términos
del comportamiento del recipiente con respecto al contenido, gracias a la
característica de la porosidad de su material ya que pueden garantizar una
excelente microoxigenación en el tiempo. Además, se respetan los atributos
propios de la variedad sin afectar su personalidad sensorial.
También tienen tulipas de cemento
italianas Nico Velo de 3.700 litros y son cubas de cemento que se han utilizado
durante siglos en la elaboración del vino, pero fueron abandonadas con la
llegada del acero inoxidable.
Estos modernos tanques toman un enfoque de
la práctica del Viejo Mundo porque el material del que están elaboradas,
permite una excelente cinética de fermentación y control de temperatura que
sumado a su forma cónica permite la producción de vinos con mayor profundidad,
complejidad y redondez de taninos y experiencias en distintos lugares del mundo,
hablan de vinos resultantes con mayor complejidad y un carácter mineral
realzado.También cuenta con cubas de acero
inoxidable, con una prensa y despalilladora Bucher Vaslin que es un equipamiento
de origen francés completo a escala.
Por otra parte, la bodega de Guarda tiene
una capacidad de 126 barricas de 225 litros cada una, por lo que IIVO cuenta
con un espacio donde se puede dejar evolucionar tranquilamente un vino de alta
gama, con humedad y temperatura controlada todo el año y totalmente limpio de
agentes contaminantes externos.
En cuanto a la producción de aceite de
oliva, la incubadora cuenta con una Almazara para la Producción de Aceite de
Oliva Extra Virgen que tiene una capacidad de producción, de hasta 200 kg/h, con
un espacio con ambiente controlado para su prensado y maceración.
Entre los servicios que ofrece IIVO están
laboratorio con los procesos en Microbiología, Biotecnología y los procesos físico
- químicos básicos en la elaboración de los vinos y el aceite de oliva. Una sala
de evaluación sensorial para vinos, corchos, maderas, aceite de oliva y
alimentos y la gestión de desarrollo de proyectos de innovación.
Esta incubadora transforma al valle de
Colchagua en un valle vitivinícola completo donde no solo hay viñas sino que además,
se realiza una labora de asesoramiento al pequeño productor para quien es una
ayuda importante en el desarrollo de su negocio.