En su exposición, Mario Marcel sostuvo que,
considerando el desempeño de la economía durante el segundo trimestre, el
retiro gradual de las medidas sanitarias más estrictas y el impulso temporal de
las políticas de apoyo a los ingresos, durante este año el Producto Interno
Bruto (PIB) caerá entre -4,5 y -5,5% (entre -5,5 y -7,5% en el IPoM de junio).
“(Esto) supone una recuperación importante en la segunda mitad del año, que se
evidencia incipientemente tras el IMACEC de julio. No obstante, el cierre de
las holguras de capacidad abiertas en este período y la convergencia de la
inflación a la meta culminarán recién hacia 2022. Asimismo, este escenario
sigue rodeado aún de altos niveles de incertidumbre e importantes riesgos”,
indicó.
El presidente del Banco Central agregó que “la
información más reciente para Chile sugiere que la actividad está teniendo un
repunte en sectores que habían sido especialmente golpeados, como el comercio y
algunos servicios, evidenciando que algunas actividades han logrado adaptarse
con mayor rapidez a las nuevas condiciones de funcionamiento, destacando el uso
más intenso de canales online para las ventas y el trabajo remoto”. En cambio,
otros sectores en que el trabajo presencial y la interacción social es
imprescindible, la contracción se ha mantenido o profundizado.
Marcel participó de la sesión acompañado por el vicepresidente
Joaquín Vial; los consejeros Pablo García, Alberto Naudon y Rosanna Costa; el
Gerente General, Alejandro Zurbuchen; el Fiscal Juan Pablo Araya; los Gerentes
de División Política Monetaria, Elías Albagli; Política Financiera, Solange
Berstein; Mercados Financieros, Beltrán de Ramón; Estadísticas, Gloria Peña; y
Asuntos Institucionales, Michel Moure.
Ante los senadores, el presidente del Instituto Emisor
destacó que la evolución de la pandemia sigue siendo el factor determinante en
el desarrollo del escenario macroeconómico. A varios meses de su irrupción, el
desarrollo del Covid-19 ha sido diverso a nivel global: en algunos países se
aprecia una evolución más favorable, mientras que en otros se observan rebrotes
o el aumento de los contagios aún no logra ser controlado.
Marcel afirmó que “las perspectivas de crecimiento
mundial siguen apuntando a que, tras una significativa recesión este año, en
2021 y 2022 se retomarán tasas de expansión por sobre los promedios de los
últimos diez años. Este panorama es levemente más favorable que lo previsto
hace unos meses, especialmente por el mejor comportamiento esperado para la
Eurozona y China”.
En ese sentido, destacó que Latinoamérica es una de
las regiones más golpeadas en materia de actividad y empleo, y que la economía
de esta zona se contraerá más de 9% este año, casi el doble de lo que caerá en
Chile.
Agregó que en el país los indicadores sanitarios han
mejorado, y las autoridades han puesto en marcha un plan de desconfinamiento
gradual. Así, el porcentaje de la población sujeto a cuarentenas ha bajado
desde su máximo de 54% en julio a 40% esta semana.
En términos de actividad, el
PIB que abarca las zonas en cuarentena ha bajado desde una cifra en torno a
65%, a una cercana a 45%.
Con todo, el presidente del Banco Central advirtió
que, mirando hacia adelante, el proceso de desconfinamiento no está exento del
riesgo de retrocesos, tal como ha ocurrido en otras partes del mundo y en
algunas regiones del país.
Mercado laboral
Debido a su carácter altamente contagioso, la pandemia
provocó una contracción particularmente aguda de la demanda y de la oferta en
rubros intensivos en interacción social, afectando directamente los ingresos de
empresas y personas que se desempeñan en ellos. Esto ha tenido un fuerte
impacto en el mercado laboral, incluido el trabajo por cuenta propia.
En su intervención, la autoridad señaló que las
perspectivas para el consumo en el corto plazo, han mejorado en el tercer
trimestre como producto de una serie de medidas de apoyo, lo que se refleja en
mejores expectativas empresariales, en particular para el comercio y, más
recientemente, en una recuperación parcial de las expectativas de los
consumidores.
A ello, dijo, se suma la aprobación del retiro de una
parte de los ahorros previsionales. Se estima que esto involucrará recursos del
orden de 6% del PIB, de los que cerca de la mitad se destinará a consumo.
“Aunque meramente cualitativo, lo recogido en diversas encuestas muestra que
éste impulsará tanto el consumo habitual como el durable, al mismo tiempo que
se destinará al pago de compromisos financieros, ahorro e inversión”, indicó.
Agregó que “los datos de ventas minoristas recogidos
en boletas electrónicas son coherentes con un repunte del consumo en las
últimas semanas. Según estas cifras, comparadas las primeras semanas de agosto
con las dos últimas de julio, las ventas del comercio minorista mostraron un
importante repunte, concentrado en el segmento de grandes tiendas, que había
sido el más afectado desde el inicio de las cuarentenas”.
Sin embargo, sobre el impacto de aumento del consumo,
destacó la compra de bienes tiene un mayor componente importado, por lo que el
efecto sobre la producción y el empleo es menos intensivo. “Sin perjuicio de
ello, no cabe duda de que esta medida aportará significativamente al repunte de
la demanda y la actividad en el corto plazo, lo que está recogido en nuestras
proyecciones.
En cuanto a los efectos de más largo plazo, debe considerarse el
impacto de la reducción de los ahorros previsionales, si es que éstos no son
compensados, sobre la inversión y la capacidad de crecimiento del país”,
agregó.
Pese a las mejores perspectivas, Marcel indicó que “la
reducción de los ingresos laborales ha seguido reflejándose en el crecimiento
anual de los salarios nominales y en el total de horas trabajadas (INE),
permaneciendo ambos en torno a sus mínimos históricos.
Al mismo tiempo, los
datos del Informe de Percepciones de Negocios (IPN) de agosto, basados en
entrevistas a más de 100 ejecutivos de empresas y una encuesta online a otros
760, muestra que casi el 70 por ciento de los consultados indicó que su empresa
ha realizado recortes, ya fuera por menores comisiones y bonos, reducciones de
horas extras trabajadas o de sueldos base, entre otros”, dando cuenta del
fuerte deterioro del mercado laboral.
Medidas del Banco Central
Marcel destacó que el Banco Central ha adoptado una
serie de medidas orientadas a proporcionar liquidez a los mercados y estimular
el flujo de crédito al sector productivo, de manera de evitar un ciclo
desinflacionario más severo, y prevenir riesgos para la estabilidad financiera
que pudieran elevar el costo económico y social del actual shock.
“El descenso de las tasas de interés de largo plazo se
revirtió durante la fase final de la discusión del retiro de una parte de los
ahorros previsionales, coherente con la caída de los precios de los activos en
que están invertidos. No obstante, tras anunciarse un conjunto de medidas del
Banco Central y los reguladores, junto a una estrategia de gestión de cartera
por parte de las AFP que mitigó los impactos sobre los mercados locales, la
volatilidad se ha reducido y las tasas de interés han vuelto a bajar. Las
valoraciones bursátiles, en tanto, han seguido una trayectoria por debajo de
sus símiles extranjeros” indicó.
El titular del Instituto Emisor destacó el flujo del
crédito a las empresas como un factor fundamental para mitigar los efectos de
la pandemia, permitiéndoles amortiguar las importantes caídas en sus flujos de
caja. En esta perspectiva, destacó que el comportamiento del crédito ha sido
muy de recesiones pasadas, creciendo en más de 10% anual durante los últimos
meses en lugar de descender.
A ello agregó que un análisis a nivel individual
de empresas, muestra que un gran número de estos créditos ha llegado a las
empresas cuyas ventas han sido más afectadas por la pandemia, apoyando la
continuidad operacional de estas empresas y ha ayudado a mitigar la caída en la
inversión.
“Por su parte, el programa de compra de activos
anunciado por el Banco Central en junio ha contribuido a mejorar las
condiciones de financiamiento en el mercado de bonos bancarios y corporativos.
En este contexto, las perspectivas para la inversión también han mejorado
respecto del último IPoM”, agregó el Presidente del Banco Central.
Consumo
El informe estima que en 2020 el gasto se contraerá
4,2%. El consumo total retomará tasas de expansión positivas en 2021 y 2022,
coherente con una recuperación del empleo y los ingresos de los hogares, y con
el efecto positivo de corto plazo que tiene el retiro de ahorros previsionales.
En este sentido, Marcel añadió que a ello se suma el efecto base que dejará la
contracción de este año.
Por su parte, la formación bruta de capital fijo se
contraerá 10,6% anual, para luego crecer 8 y 4,9% anual en 2021 y 2022,
respectivamente.
Las proyecciones del IPoM de septiembre consideran que
este año y el próximo el Fisco aportará un significativo impulso a la economía,
coherente con las distintas medidas anunciadas por el Gobierno.
Marcel indicó que el IPoM prevé que la inflación
convergerá a 3% hacia 2022, con un nivel que, en el corto plazo, no bajará de
2% anual.
Perspectivas de política monetaria
En este escenario, el Presidente del Banco señaló que
“la política monetaria se mantendrá altamente expansiva, combinando una Tasa de
Política Monetaria (TPM) en su mínimo de 0,5% y medidas no convencionales.
Estas últimas serán renovadas o ampliadas si la recuperación de la economía y
la convergencia de la inflación a la meta así lo requieren”. La proyección
contempla que la TPM seguirá en su nivel mínimo durante gran parte del
horizonte de política monetaria de dos años.
Agregó que “el escenario macroeconómico sigue
mostrando más incertidumbre que la habitual. Las proyecciones reconocen que el
distanciamiento social alterará de manera más prolongada la forma de operar en
áreas donde la interacción social es clave. No obstante, no puede descartarse
que estos impactos superen lo estimado, lo que podría tener efectos
especialmente dañinos en la recuperación del mercado laboral, debido a la
importante cantidad de personas que se emplean en estas actividades.
Esto
podría debilitar aún más la demanda, afectaría negativamente al crecimiento y
la convergencia inflacionaria, y requeriría de un impulso monetario mayor que
el previsto”.
Avances y desafíos institucionales
Adicionalmente a los temas abordados en el IPoM de
septiembre, Marcel agregó otros antecedentes relevantes sobre la institución
que preside.
Entre éstos informó el pleno cumplimiento de 23 de las
38 recomendaciones validadas por el Consejo del Banco, equivalente al 60 por
ciento del total formulado por el Panel. Entre ellas, destacó la actualización
del documento de 2007 “La Política Monetaria del Banco Central de Chile”; la
publicación del documento “La Política Financiera del Banco Central de Chile”,
primero de su tipo en Chile; y la Reforma Constitucional y la modificación de
la Ley Orgánica Constitucional (LOC) que faculta al Banco Central, para adquirir
instrumentos del Fisco en el mercado abierto, facultad que, de acuerdo con lo
señalado por la autoridad, “le permitirá al Banco estar preparado para
enfrentar episodios futuros de volatilidad en los mercados que puedan poner en
riesgo la estabilidad financiera y, con ello, el bienestar de la población”.
Respecto de las otras recomendaciones planteadas por
el grupo evaluador, Marcel precisó que 10 están próximas a completarse,
destacando entre ellas la preparación de un acuerdo marco con la Comisión para
el Mercado Financiero (CMF), el cual incluye áreas y objetivos específicos de
coordinación, intercambio, uso y confidencialidad de información, y asistencia
técnica recíproca. Informó, asimismo que el Consejo del Banco resolvió dar un
carácter bienal a las evaluaciones institucionales, focalizándose en distintas
áreas de responsabilidad institucional.
A ello agregó el impacto de las diversas medidas
adoptadas por el Banco sobre su balance, destacando un aumento de 86 por ciento
en los activos de la institución, equivalente a casi 10 puntos del PIB.
Esta
significativa expansión del balance, da cuenta del comportamiento contracíclico
del Banco, necesario para asegurar el cumplimiento de su mandato, la que, unida
a una gestión eficiente de activos y pasivos, permitirán que el Banco recupere
un patrimonio positivo, agregando que “de perdurar en el tiempo, permitiría
entregar utilidades al Fisco por primera vez en la historia”.
Reflexiones finales
Al término de su exposición, el Presidente enfatizó
que “recuperar la economía chilena de los shocks sufridos en el último año es
esencial para lograr mayores niveles de bienestar de la población,
reconciliando el progreso económico con el progreso social”. Agregó que “el
Banco Central puede contribuir a este esfuerzo aportando un marco de
estabilidad macroeconómica necesario para que las políticas, iniciativas y
proyectos puedan desarrollarse, así como datos y antecedentes que puedan apoyar
la toma de decisiones”.
Del mismo modo, sostuvo que el balance muestra que la
economía ha logrado contener la presión de la crisis global generada por la
pandemia, alcanzando la estabilidad suficiente para emprender una recuperación.
Todo esto, advirtió, está muy lejos de implicar que la crisis ha sido superada
y que el trabajo está hecho.
“Mientras las cifras para la actividad en 2020
comienzan a estabilizarse, revelándose que se ha logrado evitar una catástrofe
mayor, la evolución de la economía en 2021 y 2022 determinará el legado más
profundo de este episodio”, manifestó.
Agregó que “para siquiera recuperar lo perdido en el
último año queda un largo y dificultoso camino, lleno de desafíos y riesgos”,
De hecho, sostuvo que “medido solo en la dimensión de ingreso per cápita, a
fines de este año habremos retrocedido a un nivel equivalente al de 2013.
De
haberse mantenido la tendencia del crecimiento entre 1990 y 2008, para 2025
estaríamos cerca de duplicar el ingreso per cápita de 2008. Sin embargo, la suma
de los años de bajo crecimiento, la crisis social y la crisis del Covid-19 solo
nos permiten proyectar que para 2025 el ingreso per cápita habrá acumulado un
aumento del orden de 25% respecto su valor en 2008.
Para acortar esa brecha
será necesario crear cientos de miles de empleos, recuperar sostenidamente el
consumo, reactivar la inversión y mantener el crecimiento del crédito”.
El Presidente del Banco dijo que la entidad está
consciente de los desafíos y riesgos que enfrenta el país y que estarán alerta
para contribuir al máximo dentro del marco de sus mandatos y facultades
institucionales, pero que se requerirá muchas más voluntades, para articular
una respuesta de política a la altura de la tarea involucrada.
“Será
responsabilidad de todos que la recuperación sea más rápida, más robusta, más
sostenible y más equitativa que en otras crisis económicas en la historia”
expresó.
En este contexto, planteó seis desafíos que enfrenta
el país para retomar una senda de crecimiento: (1) recuperar el mercado laboral,
tema de máxima importancia para el bienestar de la población y que requiere ser
abordado con urgencia, decisión y realismo; (2) suavizar la transición de los
hogares y empresas desde una fase de apoyo en emergencia a una de reactivación;
(3) recuperar, reestructurar y/o reconvertir los sectores más afectados por la
pandemia; (4) disponer el financiamiento requerido para la materialización de
inversiones, adecuaciones productivas y aumentos de los niveles de actividad;
(5) reducir significativamente la incertidumbre, que está a punto de completar
un año muy por encima de sus niveles históricos y (6), elevar —o al menos
mantener— la capacidad de crecimiento de largo plazo.
Marcel concluyó señalando que la revisión de este
listado hace evidente que estos desafíos exceden largamente los mandatos y
competencias del Banco Central. “Gran parte de las políticas necesarias para
generar empleo, facilitar la adecuación o reconversión productiva y elevar la
productividad se encuentran en el ámbito del Ejecutivo, de las reformas
estructurales que se discuten en este Congreso o de la iniciativa privada”.
En
su opinión, esto no quiere decir que la entidad sea ajena a lo que se pueda
lograr en este ámbito. “El Banco Central puede contribuir a este esfuerzo
aportando un marco de estabilidad macroeconómica necesario para que las
políticas, iniciativas y proyectos puedan desarrollarse, así como datos y
antecedentes que puedan apoyar la toma de decisiones”, indicó al término de su
presentación.
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