En los últimos meses, en lo
externo se han sucedido una serie de desarrollos en el ámbito político y
comercial.
Su punto más álgido ocurrió a
inicios de abril, cuando el gobierno de Estados Unidos anunció aranceles
largamente superiores a lo esperado a un grupo amplio de países. Esto provocó
movimientos importantes en los precios de los activos financieros y un aumento
relevante de la volatilidad.
Pese a la magnitud de los
movimientos, los mercados financieros globales funcionaron sin mayores
disrupciones.
Con todo, la incertidumbre
global ha aumentado considerablemente. Si bien en lo más reciente se han
registrado acercamientos que han provocado un mejor ánimo en los mercados,
persisten las dudas respecto a la temporalidad, magnitud de las medidas y de su
impacto en la economía mundial.
No pueden descartarse escenarios donde estos
efectos generen impactos relevantes en la actividad local, el mercado laboral y
la capacidad de pago de hogares y empresas, siendo estas repercusiones mayores
si las tensiones comerciales y geopolíticas se intensifican.
La significativa alza de las
tensiones comerciales se da en un escenario en que otros riesgos no se han
disipado. Persisten las vulnerabilidades globales asociadas a la permanencia de
las tasas de interés de largo plazo en niveles elevados y, el alto endeudamiento
soberano y corporativo.
Por otra parte, la valoración
de los activos financieros en algunos segmentos sigue elevada. Asimismo, se
mantienen las vulnerabilidades estructurales en la economía china y diversos
focos de conflictos geopolíticos.
Todo lo anterior, ha llevado a
correcciones a la baja de las proyecciones de actividad para diversas
economías. Mientras, persiste el riesgo de un deterioro de las condiciones
financieras para las economías emergentes.
En economías emergentes los
mercados financieros han tenido una evolución favorable respecto de episodios
de tensión previos. Las tasas de interés soberanas se han reducido levemente,
las monedas se han apreciado frente al dólar y las bolsas muestran rendimientos
positivos.
A nivel local, los activos financieros han
mostrado tendencias similares a las de otras economías emergentes.
El deterioro del escenario
externo encuentra a la economía chilena en mejor posición respecto a años
previos. Se han corregido los significativos desbalances macroeconómicos y la
situación financiera de los usuarios de crédito ha ido mejorando en los últimos
trimestres.
La actividad crediticia no
presenta mayores cambios, asociada a una demanda aún debilitada y condiciones
de oferta que se mantienen estables, acorde con lo que muestra la Encuesta de
Crédito Bancario del primer trimestre y la Encuesta de Percepciones de Negocios
de mayo. Las tasas de interés de los créditos han continuado evolucionando en
línea con sus tasas de referencia.
El sistema bancario se
encuentra bien preparado para enfrentar un escenario más negativo. Los bancos
poseen holguras en sus indicadores de liquidez y han constituido provisiones y
garantías acordes a la calidad de su cartera.
La banca ha seguido
fortaleciendo su base de capital y sus indicadores de solvencia han aumentado
acorde con el proceso de convergencia a los estándares de Basilea III.
Desde la RPF anterior —noviembre 2024—, se han materializado nuevas
emisiones de bonos perpetuos y, la rentabilidad de la banca se ha mantenido
sobre sus promedios históricos.
El Consejo ha decidido
mantener el RCC en su nivel actual de 0,5% de los activos ponderados por riesgo
(APR) coherente con las condiciones macro financieras y de riesgo que enfrenta
el sistema financiero, las cuales se evaluaron en esta Reunión y se analizan en
mayor detalle en el Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre de
2025.
Este entorno de riesgos releva
la importancia de contar con un colchón de capital previamente constituido por
parte de la banca, que aumente su capacidad para enfrentar shocks y que pueda
ser liberado en caso de concretarse un evento de estrés financiero, lo que
ayudaría a mitigar sus impactos en la provisión del crédito a hogares y
empresas.
Tal como se comunicó en
noviembre de 2024, en la primera Reunión de Política Financiera del año 2026 se
evaluará el inicio de la convergencia hacia el nivel neutral de 1% de los APR,
en la medida que las condiciones macro financieras lo permitan, y considerando
un plazo de al menos un año para su construcción.
La minuta correspondiente a
esta RPF se publicará a las 8:30 horas del martes 3 junio de 2025. La próxima
reunión se efectuará los días 10 y 11 de noviembre de 2025 y el comunicado
respectivo será publicado a partir de las 18 horas de este último día.
Más detalles sobre el Requerimiento de Capital
Contracíclico pueden encontrarse en el siguiente Link.
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