Y
es que lograr un trabajo híbrido exitoso no es fácil. Crear una experiencia de
oficina que justifique el desplazamiento, fomente la creatividad y atraiga a
los mejores talentos implica replantearse desde el liderazgo y la conciliación
de la vida laboral y personal hasta la tecnología y el diseño de la oficina.
En ese sentido, el estudio de Cisco reveló brechas sustanciales en la
percepción entre empleadores y colaboradores, especialmente en torno a las
políticas de retorno, la flexibilidad del trabajo híbrido y la tecnología.
Estas tensiones son aún más pronunciadas entre los empleados de alto rendimiento
y la generación Z.
Sus preferencias se inclinan
fuertemente hacia la libertad de trabajar a distancia para maximizar la
productividad o mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal, o en
una oficina cuando se requiere contacto presencial.
“Debemos recordar que la
flexibilidad no significa que todos trabajen remotamente todo el tiempo.
Significa que existe la capacidad de considerar las necesidades de cada
individuo. Y una de las grandes revelaciones del estudio es que la flexibilidad
hace que los mejores empleados rindan mejor”, afirmó Fran Katsoudas,
vicepresidente ejecutivo y director de personal, políticas y propósito de
Cisco.
A continuación, los seis
principales hallazgos del estudio:
Generar confianza para mayor
productividad. Desde la perspectiva de los empleados, el 77% creía que las
estrictas normas de regreso a la oficina se debían a la falta de confianza. Y
solo el 39% de los empleados coincidió en que esos días de oficina obligatorios
impulsan la productividad.
Respecto al bienestar, solo el
28% de los empleados considera estas normas beneficiosas, en comparación con el
42% de los empleadores. Sin embargo, esto no significa que los empleados no
quieran ir nunca a la oficina. El 92% cree que la comunidad y la colaboración
son aspectos clave de la cultura de oficina.
Actividades significativas.
Las consideraciones financieras influyen en la perspectiva de empleadores y
empleados sobre la oficina, pero de diferentes maneras. El 57% de los
empleadores mencionó los gastos inmobiliarios y de mantenimiento de edificios
como el principal factor que influye en el modelo de trabajo, mientras que el
40% de los empleados se quejó del costo del transporte.
Si bien los empleados
prefieren mayoritariamente opciones flexibles en su lugar de trabajo, también
disfrutan de las conexiones en persona. En ese sentido, hay que enfocar la
oficina hacia la mentoría, la conexión y el desarrollo profesional.
Escuchar a los mejores
talentos. Los empleados de alto rendimiento revelan información importante, ya
que esperan oportunidades de trabajo híbrido. De hecho, el 78% incluso
consideraría dejar la empresa si las políticas laborales no fueran lo
suficientemente flexibles (solo el 34% prefería trabajar desde la oficina).
Sin embargo, muchos aún veían ventajas en
pasar tiempo en la oficina; por ejemplo, el 85% creía que les ayudaba a
progresar profesionalmente. Las organizaciones que desean fomentar el talento
de alto nivel incorporarán autonomía y confianza en sus políticas laborales, y
les darán la libertad de crecer, conectar y colaborar como mejor les convenga.
Brecha generacional. El 48% de
los empleadores de la Generación Z cree que el trabajo remoto es más
productivo, mientras que solo el 28% de los empleadores de la Generación Baby
Boomer está de acuerdo.
Por otro lado, el 40% de los
empleadores de la Generación Baby Boomer prefiere la oficina frente al 28% de
la Generación Z. Con el paso del tiempo, las necesidades de estos diferentes
grupos cambiarán y las perspectivas sobre el trabajo remoto frente al presencial
se modificarán, en consonancia con las etapas de la vida de las personas.
Unas políticas más flexibles
que reconozcan estos cambios y permitan consideraciones individuales pueden
aumentar la fidelización y la retención. En esto, la tecnología también puede
servir para cerrar la brecha.
Adopte la tecnología
emergente. La Generación Z puede destacar, pero no es el único grupo que espera
tecnología de calidad y confianza. Por ejemplo, el 90% de los empleados valora
las herramientas de colaboración.
Sin embargo, solo el 32% de
los empleadores invierte en tecnología de colaboración de alta gama que
respalda modelos de trabajo híbridos y flexibles. Al mismo tiempo, la IA está
impulsando una revolución en el entorno laboral (donde sea que esté). Sin embargo,
solo el 44% de los empleadores invierte en ella.
Las organizaciones que
inviertan en las bases de redes, seguridad, IA y colaboración para respaldar
adecuadamente a esta futura fuerza laboral híbrida atraerán a los mejores
talentos y se mantendrán competitivas.
La comunicación es crítica.
Aunque es fundamental para el liderazgo, solo el 36% de los empleados consideró
que las directrices para el regreso a la oficina se explicaron con claridad.
Katsoudas considera que esto representa una oportunidad para que los líderes implementen debates claros sobre qué modelos de trabajo son los más adecuados para cada equipo o individuo.
Es fundamental que los líderes realmente lideren y dirijan la
conversación con sus compañeros, preguntándose: "¿Cómo trabajamos mejor en
equipo? ¿Cómo mejoramos nuestro rendimiento? ¿Qué funciona y qué no? ¿Qué
resultados buscamos y con qué frecuencia debemos reunirnos para alcanzarlos?
Cuando tenemos este tipo de conversaciones, es natural abordar el tema de dónde
es más conveniente trabajar", señaló el experto.
Para seguir siendo
competitivas, las organizaciones deben actuar ahora para satisfacer las
necesidades de una fuerza laboral en evolución. Sus empleados, especialmente
los más talentosos y productivos, esperan trabajar desde cualquier lugar.
Estos y otros colaboradores sólo alcanzarán su máximo potencial si las organizaciones abordan la brecha de confianza y adaptan su tecnología, liderazgo, políticas laborales y espacios de oficina a los estándares de la fuerza laboral creativa, colaborativa y flexible del futuro.

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