En un paso decisivo
hacia la descarbonización de sus operaciones científicas en el Continente
Blanco, Chile ha avanzado en el diseño de un proyecto piloto de energías
renovables no convencionales e hidrógeno verde en la base científica “Profesor
Julio Escudero”, perteneciente al Instituto Antártico Chileno (INACH) y ubicada
en la isla Rey Jorge.
Esta iniciativa, liderada por el INACH, es el
resultado de un trabajo colaborativo con la agencia alemana GIZ, en el marco
del proyecto Team Europe para el Desarrollo del Hidrógeno Renovable,
cofinanciado por la Unión Europea y el Ministerio Federal de Economía y Energía
de Alemania, y cuenta con el apoyo del Gobierno Regional de Magallanes y de la
Antártica Chilena.
El proyecto busca reemplazar
progresivamente el uso de diésel por un sistema de generación de energía
sustentable, basado en fuentes solares y eólicas, almacenamiento en baterías y
celdas de combustible de hidrógeno verde. Ricardo Faúndez, jefe de la Unidad de
Proyectos del INACH, expresó que “presentamos esta iniciativa de uso de
Energías Renovables no Convencionales con generación de hidrógeno in
situ en territorio antártico, en la Reunión Consultiva del Tratado
Antártico (RCTA) en Milán, Italia.
Esta propuesta significa un
importante aporte de nuestro país en la búsqueda del uso de energías limpias en
la infraestructura antártica, además de ser muy valorada por nuestros pares
internacionales.
Este tipo de proyectos
corresponde a un objetivo trazado por INACH de buscar reducir al máximo la
huella de carbono reduciendo el uso de combustibles fósiles, compartiendo y
promoviendo su implementación por otros programas antárticos.”
El proyecto surge tras la
realización de dos estudios en 2022 y 2023, que evaluaron la viabilidad técnica
y económica del uso de hidrógeno como fuente de electricidad y calor en
condiciones extremas como las de la Antártica.
Ambos estudios concluyeron que
es factible desarrollar un sistema modular que permita producir, almacenar y
utilizar hidrógeno renovable in situ, reduciendo significativamente la
huella de carbono de las operaciones científicas y logísticas en la zona.
El carácter modular y
escalable del sistema permitiría extender esta solución a otras bases
científicas en el futuro, posicionando a nuestro país como un referente
internacional en la implementación de tecnologías limpias en ambientes
extremos. Además, el proyecto contempla generar información técnica valiosa
sobre el rendimiento de cada etapa del proceso energético, facilitando su
replicabilidad en otras regiones aisladas del planeta.
En la actualidad, INACH
trabaja en la elaboración del expediente técnico para postular el proyecto a
fondos de inversión pública, con miras a su implementación entre 2026 y 2027.
Este esfuerzo refleja el compromiso de Chile con la sostenibilidad en el Continente
Blanco y su liderazgo en el desarrollo de soluciones energéticas innovadoras,
alineadas con los principios del Sistema del Tratado Antártico.
El INACH es un organismo
técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo
relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, tecnológico y de
difusión.
El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación de excelencia, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía. El INACH organiza el Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN).
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