La instancia fue organizada para entregar las
conclusiones del análisis realizado por el centro a la Política Nacional de
Desarrollo Rural (PNDR), que estuvo a cargo del académico del Instituto de
Estudios Urbanos y Territoriales UC, Kay Bergamini y la académica de la Escuela
de Trabajo Social UC, Alejandra Rasse.
Según los datos del Censo 2017 y el criterio de
ruralidad de la OCDE, el 25,5% de los chilenos vive en comunas rurales (263 de
las 346 comunas), habitando el 83% del territorio del país.
Estas áreas enfrentan desafíos comunes como la lejanía
a los grandes mercados, la migración de la población hacia áreas urbanas, y la
necesidad de una mayor valoración de su patrimonio cultural y natural, entre
otras. Si bien en las últimas décadas Chile ha mostrado avances
relevantes en términos de reducción de la pobreza, persisten disparidades entre
las áreas urbanas y rurales.
En ese contexto la PNDR, promulgada en 2020, busca
mejorar la calidad de vida y aumentar las oportunidades de las personas que
viven en el mundo rural. Lo que antes se relacionaba exclusivamente con
agricultura y subdesarrollo, ahora es valorado como un espacio de oportunidades
que contiene ciudades pequeñas, espacios poco densos, en un entorno natural, de
alta interacción con el mundo urbano y múltiples posibilidades de actividad
económica asociada a sus activos locales.
En definitiva, promueve una mirada territorial,
representando un desafío de gobernanza frente a la lógica sectorial del Estado.
Así lo enfatizó el subsecretario de Agricultura, José Guajardo Reyes, durante
su intervención, donde también debatieron otros expertos en torno al desarrollo
rural del país.
“Esta política está alojada en la Oficina de Estudios
y Políticas Agrarias el Ministerio de Agricultura, pero somos un ministerio
sectorial y eso tiene sus complejidades, sin embargo, queremos trascender y
avanzar sobre eso, para que podamos abordarlo desde una mirada más
institucional, señaló, dando énfasis en el aporte que pueden realizar los doce
servicios que componen el Minagri.
“Con Indap, por ejemplo, podemos llegar a los municipios
con los programas de Desarrollo Local y de Desarrollo Territorial Indígena,
herramientas que nos permiten trabajar la planificación rural. Tal como nos ha
mandatado el Presidente Gabriel Boric, debemos garantizar que estos servicios
conversen entre sí. Sin eso, será muy difícil que la comunidad dialogue con la
academia, la empresa privada u otros ministerios”, enfatizó.
La autoridad también aludió a otros factores que
influyen en el mundo rural actual como el cambio climático y el cambio etario
de la población. “La desertificación y el déficit hídrico generan situaciones
que hoy hacen repensar y mirar desde otras perspectivas lo que hemos
planificado en temas de ruralidad.
El rango etario de las personas que hoy viven en el
campo no es el mismo de hace 30 años. Existe una población muy mayor y los
jóvenes hoy nos reclaman la posibilidad de ingresar al sector rural con mayor
oportunidades”, destacó.
Y agregó la conectividad, la migración y la mirada
regionalista, como otros factores de relevancia para la PNDR. “Las migraciones
desde la ciudad al campo y desde otros países al nuestro, también influyen en
la mirada que podemos dar a la ruralidad, así como también la conectividad, no
tan solo vial, ni no que también a nivel de redes y comunicaciones.
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Subsecretario de Agricultura José Guajardo Reyes |
Con el presidente Boric y el ministro de nuestra
cartera, Esteban Valenzuela, venimos desde regiones y tenemos una óptica que es
distinta a mirar el desarrollo rural desde la gran ciudad”, concluyó.
El seminario además contó con las exposiciones de la directora del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), Danae Mlynarzy y el representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación para Latinoamérica y el Caribe (FAO), Julio Berdegué.
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