El desafío de conectar Chile y reducir la brecha digital

 Construir las capacidades para una infraestructura digital robusta que provea conectividad de alta velocidad y capilaridad para una sociedad y ciudadanía hiperconectada a la mayor parte del país no es una tarea sencilla. 

Según el Informe de conectividad global 2022 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU (UIT), en las últimas tres décadas, el número de usuarios en Internet pasaron de unos pocos millones en 1992 a casi cinco mil millones en 2021. Sin embargo, el potencial social y económico sigue sin aprovecharse: un tercio de la humanidad permanece desconectada.

“Se trata de actualizar y modernizar las condiciones actuales, ofreciendo experiencias en línea seguras, satisfactorias, enriquecedoras, productivas y asequibles. Sin embargo, son los sectores más alejados y rurales los más afectados con la desconexión o baja calidad”, explica Rodrigo Mena, Country Manager de Suma Móvil Chile.

El mismo informe de UIT detalla que aún hay brechas de cobertura. Pese a que el 95% de la población mundial está dentro del alcance de una red de banda ancha móvil, al menos 390 millones de personas no pueden conectarse. 

“Precisamente a eso apuntamos, a democratizar las telecomunicaciones. Desde Suma Móvil queremos ayudar en la construcción de un ecosistema completo para Operadores Móviles Virtuales en Chile, para que compañías o comunidades lancen al mercado su propio servicio de telefonía celular con ofertas a la medida, atendiendo las necesidades concretas de cada población”, detalla Mena.

Lograr una conectividad universal y significativa requiere modernización. Según UIT, una de cada tres personas que podrían conectarse en línea no lo hacen por altos costos, falta de acceso a un dispositivo y/o ausencia de conocimiento, habilidades o propósito.

“Existen cuatro operadores de red más seis marcas de telecomunicaciones que ofrecen servicio por todas las regiones del país. Suma Móvil ayuda a romper la brecha digital de conectividad con ofertas personalizadas para cada comunidad en particular”, menciona el ejecutivo.

Precisamente, según el Diagnóstico sobre las brechas de inclusión digital en Chile de BID, entre las principales brechas digitales detectadas está en las zonas rurales donde de cada 100 habitantes, sólo un 33,4% de la población tiene acceso a un computador, mientras que la población que usa internet, de cada 100 habitantes, un 46,6% vive en estas zonas. 

“La proporción de usuarios de Internet es el doble en las áreas urbanas que en las rurales. Estas comunidades son las más desatendidas y atrasadas en tecnología. Muchas veces no cuentan con una sucursal física y las personas tienen que realizar largos trayectos para solucionar cualquier problema. 

A esos sectores apuntamos, siendo una plataforma que lleve la telefonía móvil a todo el país para atender de forma personalizada la demanda de conectividad”, remarca Mena.

Chile: un mercado amplio y complejo

A nivel geográfico el país es muy complicado ya que su extensión dificulta la cobertura. Por ejemplo, al sur de Chile, hay zonas donde es complejo llevar la fibra óptica. 

Por ende, la implementación de infraestructura requiere de una mayor colaboración para permitir un despliegue y mantención de redes de alta velocidad.

“Conectar a todas las localidades del país radica en la posibilidad de mejorar la comunicación y habilitar herramientas que mejoren la calidad de vida de las personas”, finaliza Mena.

El camino seguirá siendo complejo, pero el país tiene tierra fértil para seguir creciendo. La conectividad y servicios móviles son un desafío mundial esencial para combatir lo que hoy es un problema grave: las brechas digitales.