Por esa razón es que organizaciones como Banca Ética
siguen de cerca el desarrollo del trabajo de los productores agrícolas, así
como las preocupaciones y necesidades que se les están presentando en un
contexto marcado por efectos coyunturales y medioambientales, como el caso del
déficit hídrico.
Desde Banca Ética, Daniela López, agrónoma y
subgerenta del área de Medio Ambiente, explica qué están haciendo para
potenciar este sector.
“Desde el punto de vista medioambiental, estamos
enfrentando un desafío importante, que es el cambio climático, eso ya es una
realidad, y los proyectos que nosotros buscamos apoyar van encaminados a eso;
en el fondo, a utilizar energías más limpias, lo mismo para la agricultura,
para regenerar los suelos, reforestar, etc., Entonces, ya hablar solamente de
cuidar no es suficiente, debemos tener una mirada regenerativa en todo, en lo
que usamos, en lo que producimos, en cómo consumimos. Y eso abarca todo, la
energía, los alimentos y la producción de bienes y servicios”, dice.
Respecto de las urgencias que enfrentamos como
humanidad en torno a la producción de alimentos, plantea que “lo primero es el
desafío de la seguridad alimentaria. Estamos con una población creciente, con
recursos finitos, entonces, en algún momento nos vamos a enfrentar a ese
problema, cómo alimentamos a las personas. Y eso tiene mucho que ver con el
cómo producimos los alimentos”.
En ese sentido, explica que “la producción intensiva en la agricultura tiene importantes efectos en el cambio climático, en el daño que se le está haciendo al ambiente por la generación de emisiones de efecto invernadero. Por lo cual influye en la seguridad alimentaria futura. Entonces, el cómo producimos los alimentos influye en el daño que se pueda producir tanto a las comunidades como a quienes consumen los alimentos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario