Para ello, las compañías comienzan a anticipar pedidos y analizar nuevas inversiones.
A
medida que se acercan fechas importantes como Black Friday y Navidad, los
consumidores barajan nuevas opciones de compra con el objetivo de aprovechar
descuentos, pero al mismo tiempo buscan un servicio de calidad y una atención
inmediata ante cualquier inconveniente.
En
ese sentido, es clave que las compañías logísticas y el retail estén preparando
sus almacenes y afinando sus planes de negocio. Sobre todo porque según datos de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el
comercio electrónico aumentará hasta en un 5% para 2024 y estima ventas por más
de US$ 11.500 millones.
Los periodos de oferta son altamente atractivos para los consumidores, ya que, frente a un periodo inflacionario y de mucha incertidumbre, la relación precio/calidad es esencial.
De hecho, la CCS asegura que este es el principal
motivador de compra con un 58%, seguido por un rápido despacho (35%).
“Como rubro logístico, esperamos que el fin de año sea exitoso y nos de luces para comenzar un nuevo periodo cargado de inversiones.
El comercio debe seguir reforzando sus plataformas digitales, la movilidad y gestión de almacenes e integrar tecnologías tanto en tiendas como en cadenas de suministro”, explica Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile.Inversión contra todo pronóstico
Si
bien la economía chilena y global podría presagiar números negativos en cuanto
a inversión, 2024 será lo contrario. El comercio electrónico, pese a sus
variables, está en constante evolución para continuar atrayendo a nuevos
usuarios con servicios de excelencia.
Sin
embargo, conseguir el éxito no siempre es tarea fácil. Es por ello que las
compañías están analizando, cotizando e invirtiendo desde ya para el futuro
donde dominará la innovación, la automatización y tecnologías predictivas.
“Más allá de destacar la evidente digitalización del consumidor y el comercio a través de sus sitios web, es importante seguir proyectando y no quedarse atrás.
De aquí en adelante, impactarán fuertemente tecnologías de radiofrecuencia
(RFID), robótica para almacenes y tiendas e incluso evidenciaremos novedades
para el consumidor en tiendas como la disponibilidad de espejos inteligentes
que les permitirán ver cómo les queda una prenda sin necesidad de probársela”,
comenta Navarrete.
Asimismo,
el uso de la inteligencia artificial (IA) y analítica ya es parte del rubro,
puesto que facilita la predicción de compra, el análisis de cada individuo y
posible nuevo usuario, facilitando una rápida adaptación con atención
personalizada, predicción de la demanda y ofertas exclusivas según cada
necesidad.
En paralelo, las cadenas de suministro seguirán reforzando sus procesos con la gestión de almacenes (WMS) para realizar tareas eficientes y en corto tiempo, junto con la robótica y el Voice Picking, innovaciones encargadas de facilitar el trabajo del colaborador y reducir el tiempo de las tareas considerablemente.
“El
comercio seguirá marcando la pauta de aquí en adelante y las expectativas serán
aún más altas por parte del consumidor. El llamado es a seguir incursionando en
nuevas tecnologías que se adapten a los requerimientos de cada empresa para
mantenerse en un mercado altamente competitivo.}
Y lejos de lo que se pueda asumir, integrar estas tecnologías ofrecen un rápido retorno de inversión, por ende los negocios verán resultados a corto plazo mientras continúan a la vanguardia”, concluye Navarrete.
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