En
este contexto, el informe señala que la inflación convergerá a la meta de 3% en
la segunda mitad de 2024 y que el PIB chileno cerrará este año con un nulo
crecimiento, mientras que para 2024 y 2025 se prevén rangos de expansión de
1,25-2,25% y 2-3%, respectivamente.
Asimismo,
indica que la Tasa de Política Monetaria (TPM) acumula una baja de 300 puntos
base (pb) desde julio de 2023 y que, en línea con el escenario central del IPoM
de diciembre, la convergencia de la inflación a la meta requerirá nuevos
recortes de la TPM. Su magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución
del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la
inflación.
De acuerdo con el Banco Central, el descenso de la inflación desde sus máximos alcanzados en 2022 —cuando llegó a más de 14%— se ha dado en un contexto de paulatina resolución de los desequilibrios macroeconómicos. La moderación del gasto, así como el cierre de la brecha de actividad —que se habría completado durante el tercer trimestre de 2023—, han permitido mitigar las presiones inflacionarias provenientes de una economía que, por largo tiempo, estuvo creciendo por sobre su capacidad.
El proceso de convergencia inflacionaria
también ha estado apoyado por la disipación de los shocks de costos de años
previos, lo que considera la resolución de los problemas logísticos que
ocasionó la pandemia y la reversión del significativo incremento de los precios
de las materias primas y alimentos que produjo la guerra en Ucrania. Se agrega
el impacto de la apreciación del tipo de cambio real, tras los máximos que
alcanzó a mediados de 2022, que se ha dado en paralelo a una reducción de los
índices de incertidumbre local.
El
informe destaca que, en paralelo, las expectativas de inflación a dos años se
encuentran en 3% y las distintas medidas muestran una convergencia a la meta
más temprana que en el último IPoM.
Escenario
externo
De
acuerdo con el IPoM de diciembre, el desempeño de las principales economías del
mundo en los últimos meses —en particular de EE.UU. y China— ha sido mejor al
esperado y las perspectivas de crecimiento mundial han aumentado. Agrega que se
ha observado un descenso de la inflación en la mayoría de los países.
Las condiciones financieras internacionales han mejorado en las últimas semanas, retornando a los niveles de comienzos de año. Los mercados han estado altamente reactivos a diferentes tipos de eventos, entre ellos cifras económicas distintas de lo esperado o a la comunicación de las autoridades monetarias.
Este comportamiento tuvo un peak durante parte de octubre y noviembre, cuando
se produjo un episodio de alta volatilidad y estrechez financiera global. Así,
en el transcurso del cuarto trimestre la tasa a diez años de EE.UU. llegó a
valores cercanos a 5%, el dólar se apreció y las bolsas tuvieron caídas
generalizadas. En las semanas posteriores, estos desarrollos se revirtieron, en
línea con las fluctuaciones que han caracterizado a los mercados financieros en
los últimos trimestres.
Actividad
El
IPoM da cuenta de que la economía local retomó tasas de expansión trimestrales
levemente positivas, aunque mantiene cierta heterogeneidad entre sectores.
En la demanda, los datos del tercer trimestre muestran un incipiente aumento del consumo privado, acompañado por una mejora de los ingresos reales de los hogares.
El descenso de la inflación está apoyando el crecimiento de los
salarios reales y ha reducido su impacto adverso en el gasto financiero de las
personas. En el mercado laboral, la creación de empleo se mantiene lenta, con
una demanda de trabajo aún débil, lo que es coherente con la evolución del
ciclo económico.
La
formación bruta de capital fijo (FBCF), en tanto, ha estado marcada por la
volatilidad que exhibe, hace varios trimestres, el componente de maquinaria y
equipos.
Parámetros
estructurales
En
este IPoM se realiza una actualización de la estimación de los parámetros
estructurales. La anterior se había realizado en diciembre de 2022.
Esta actualización vuelve a estimar que el crecimiento del PIB tendencial no minero se irá reduciendo a lo largo de los próximos años. Así, se estima que promediará 1,9% en el período 2024-2033. Esto se compara con la estimación de 2,2% para el período 2023-2032 que se realizó en el IPoM de diciembre de 2022.
La menor cifra responde, principalmente, a ajustes en el cálculo producto del
cambio en el decenio de referencia que abarca cada promedio, y no implica un
cambio sustantivo en la trayectoria proyectada. La estimación vuelve a
considerar un bajo crecimiento de la productividad total de factores y que
buena parte de la recuperación de la participación laboral a los niveles
prepandemia ya ocurrió.
En
cuanto a la TPM neutral nominal, esta se estima en 4% (+25pb respecto de la
estimación previa). Ello es coherente con el incremento de las tasas neutrales
de política monetaria en otras economías.
Proyecciones
Respecto
de la brecha de actividad, esta se ubica en torno a cero y se estima que
permanecerá cerca de ese nivel durante todo el horizonte de proyección. Los
ajustes desde el informe de septiembre son acotados e incorporan la revisión de
los parámetros estructurales y las mejores perspectivas para el PIB no minero
en los próximos trimestres.
Asimismo,
se espera que la demanda interna retome tasas de variación positivas en 2024.
Los niveles de consumo privado se corrigen marginalmente al alza para los
próximos dos años, estimándose una expansión de 2,1% en 2024 y 1,8% en 2025. En
cuanto a la FBCF, en 2024 y 2025 alcanzará niveles similares a los anticipados
en el IPoM pasado.
Las
estimaciones para el déficit de la cuenta corriente son de 3,3% este año y 4%
los dos siguientes. Al tercer trimestre esta variable siguió reduciéndose,
acumulando 3,5% del PIB en el último año móvil. Ello ocurre a la par de la
recuperación paulatina del ahorro nacional.
El
IPoM estima que la economía chilena se verá favorecida por un mayor crecimiento
de sus socios comerciales en el corto plazo, que promediará 3,1% entre 2023 y
2024 (2,7% en septiembre). Esto se explica por las mejores proyecciones para
EE.UU. y por el mayor impulso que darán las medidas fiscales en China. Además,
el precio del cobre previsto para los próximos dos años se mantendrá en torno a
US$3,8 la libra.
Política
monetaria
De acuerdo con el escenario central, la inflación ha continuado su proceso de convergencia hacia la meta de 3% en el horizonte de política. Esto ha permitido ir reduciendo la TPM desde julio a la fecha, en 300 pb, hasta 8,25%. El Consejo considera que, en línea con el escenario central de este IPoM, la convergencia de la inflación a la meta requerirá nuevos recortes de la TPM.
Su magnitud y
temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus
implicancias para la trayectoria de la inflación. El Consejo reafirma su
compromiso de actuar con flexibilidad en caso de que alguno de los riesgos
internos o externos se concrete y las condiciones macroeconómicas así lo
requieran.
En
cuanto a los escenarios de sensibilidad, el borde superior del corredor está
definido por situaciones en que la convergencia de la inflación demora más en
completarse. Tal sería el caso si es que la economía chilena recibiera un
impulso externo mayor al previsto, por ejemplo, porque la resiliencia de EE.UU.
se prolonga y eleva el dinamismo de la economía mundial. Esto tendría efectos
positivos a nivel local. Las consecuencias inflacionarias de este escenario
podrían llevar a recortes de la TPM más graduales que los del escenario
central.
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Banco Central de Chile |
En cuanto a los riesgos, el informe explica que la evolución del escenario externo continúa sujeta a importantes focos de incertidumbre. La fragilidad del sector inmobiliario en China, las dudas en torno a la situación fiscal en EE.UU. y un entorno geopolítico más complejo y con nuevos conflictos bélicos son solo algunos de ellos. Las implicancias de estos escenarios para la política monetaria dependerán de cómo la combinación y magnitud de dichos elementos afecten las perspectivas para la convergencia inflacionaria de mediano plazo.
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