De acuerdo con la información preliminar
de las Cuentas Nacionales, durante el primer trimestre de 2024, el Producto
Interno Bruto (PIB) de Antofagasta fue el segundo más alto luego de Tarapacá
que registró una expansión de 9,1%.
Estos números positivos en la economía
regional fueron influidos en forma directa por la industria minera y
energética, especialmente por las altas demandas en la extracción de minerales
como el cobre o litio.
La presidenta del Banco Central sostuvo
que este positivo balance en la economía regional no solo es influido por la
industria minera, sino también por el sector energético, que ha tomado un
protagonismo relevante.
“La
industria energética ha conquistado nuevos espacios de inversión, lo que ha
causado este crecimiento para el territorio, generando un impacto positivo en
la calidad de vida de la comunidad”.
Por su parte, Fernando Cortez, Gerente
General de AIA, agregó que “vemos con optimismo el dinamismo de la economía
nacional en los últimos meses, los datos que se han dado a conocer son
favorables para nuestra región, pues gracias a sectores preponderantes como el
minero y energético, nuestro territorio juega un rol clave tanto en el crecimiento
de la economía local como nacional”.
La mirada del último IPoM
De acuerdo al IPoM, la economía ha logrado
resolver los elevados desequilibrios de años previos, con una inflación en
torno a su meta y expectativas de inflación ancladas en la meta de 3% a dos
años plazo.
La autoridad monetaria reiteró que el
Consejo cautelará por el cumplimiento de la meta de inflación, evaluando, por
un lado, que la propagación del shock sea la esperada y que la persistencia
inflacionaria no aumente. Por otro, que la política acompañe adecuadamente a la
economía, cuando esta ha entrado en un proceso en que su crecimiento va poco a
poco acercándose a niveles coherentes con su tendencia y el mercado laboral
mejora.
Explicó que el escenario actual otorga mayor flexibilidad a la política monetaria que en trimestres previos, dada la resolución de los desbalances macroeconómicos y el descenso de la inflación, y también por el realineamiento de las expectativas inflacionarias con la meta.
“Si hacemos una comparación con el IPoM
presentado en marzo, vemos un claro crecimiento positivo en el país, esto
incidido directamente por el aumento sostenido que vimos en el valor del cobre
en los últimos meses, lo que a su vez repercute en estas cifras positivas, en
el crecimiento de la inversión y en la capacidad de consumo en el país”, aseguró
la presidenta del Banco Central.
Positivo balance nacional y especialmente para la Región de Antofagasta, cuya industria minera y energética representan importantes avances en el desarrollo económico que, a la vez, plantea sólidos desafíos y un llamado a sostener dichos números que aseguren el liderazgo de la región.
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