Repensar cómo fabricamos los productos industriales y
cómo lidiamos con ellos al final de su vida útil podría proporcionar
importantes beneficios ambientales, sociales y económicos, según un nuevo
informe del Panel Internacional de Recursos de ONU Medio Ambiente
realizado en Yokohama, Japón.
Si los productos se volvieran a fabricar, se
reacondicionarán de forma integral, se repararán y se reutilizaran, la cantidad
de materia prima nueva necesaria podría reducirse significativamente en
80-98% para la fabricación, 82-99% para una restauración completa y
94-99% para reparaciones.
Según el informe publicado hoy, en el marco del Foro
Mundial de Economía Circular que tiene lugar en Yokohama, Japón, la adopción de
estos "procesos de retención de valor" también podría reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero en algunos sectores entre 79 y 99%.
La retención de valor en todo momento de los
productos, componentes y los recursos está en el corazón de la llamada
“economía circular”, es decir, una economía que apuesta a los residuos cero. Al
contrario, la economía lineal consiste en “tomar, producir,
desechar”.
Los sectores examinados en el informe del Panel son
piezas de automóviles, maquinaria de descarga pesada (por ejemplo, excavadoras)
y equipos de impresión industrial. Pero hay también un potencial significativo
más allá de estos sectores.
Hoy, dos tercios de nosotros vivimos en ciudades, y
tomamos de la naturaleza los materiales que necesitamos para construir hogares,
escuelas, hospitales, carreteras, sistemas de transporte y fábricas. La
urbanización, junto con una clase media en crecimiento, ha aumentado la demanda
de bienes de consumo.
En el siglo XX, excavamos, cortamos, perforamos o
cosechamos 34 veces más materiales de construcción, 27 veces más minerales, 12
veces más combustibles fósiles y 3,6 veces más biomasa que en los años
anteriores.
"Estamos utilizando los recursos del planeta a un
ritmo más rápido de lo que se pueden reponer, al tiempo que contaminamos
nuestros mares, el aire y el campo con los desechos derivados de nuestros
hábitos de consumo", dijo Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Medio
Ambiente.
"Este informe nos muestra cómo podemos
mantener el crecimiento económico al mismo tiempo que preservamos nuestro medio
ambiente cambiando nuestros hábitos a nivel industrial", añadió Solheim.
La adopción de procesos de retención de valor puede
ser beneficiosa para los gobiernos, la industria y los clientes. Los gobiernos
tendrían menos desperdicios con los cuales lidiar y podrían generar empleos
verdes y estimular el crecimiento económico; la industria podría reducir los
costos de producción, evitar las limitaciones de recursos en el crecimiento del
negocio y abrir nuevos segmentos de mercado; en tanto que los clientes podrían
beneficiarse de precios más bajos para productos restaurados.
Actualmente, la "remanufactura" representa
solo 2% de la producción en los Estados Unidos y 1.9% en Europa,
lo que refleja las grandes oportunidades para desarrollar estos mercados.
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