El Informe de Política Monetaria (IPoM)
del Consejo del Banco Central de Chile correspondiente a marzo de 2019,
publicado hoy, anticipó que, en atención a la menor inflación medida por el
nuevo IPC, el retiro del estímulo monetario será más pausado que lo anteriormente
comunicado por el Consejo. El informe proyectó el crecimiento para este año a
un rango de entre 3% y 4% y estimó que el IPC terminará el 2019 con un
incremento anual de 2,6%. Señaló que la convergencia de la inflación a la meta
se dará más tarde que lo proyectado en diciembre.
El Informe, disponible en el sitio web
institucional, proyecta que el crecimiento este año y el próximo se ubicará en
un rango entre 3% y 4%. Esto implica una reducción respecto del rango de
3,25%-4,25% proyectado en diciembre para 2019 y un aumento respecto del
2,75%-3,75% proyectado en esa oportunidad para 2020. La disminución de las
proyecciones para 2019 se explica por un menor desempeño previsto para la
minería, mientras que el aumento para 2020 se justifica por factores más
favorables del lado de la oferta. Asimismo, presentó la primera
proyección para el año 2021, que se ubica en un rango entre 2,75% y 3,75%.
Además, el Consejo ratificó que en junio realizará una reevaluación del
crecimiento del PIB potencial y tendencial.
El IPoM indica que, en línea con lo
previsto, la actividad económica interna recuperó su ritmo de crecimiento tras
la pausa del tercer trimestre del año pasado, liderada por la inversión. Agrega
que el crecimiento en las principales economías del mundo ha mostrado una
desaceleración por sobre la prevista, que ha llevado a sus autoridades a
implementar mayores estímulos económicos.
El Informe consigna que la inflación
medida por el nuevo IPC se ubica significativamente por debajo de lo previsto
anteriormente en base al antiguo indicador, lo que constituye la principal
diferencia respecto del escenario base de diciembre.
Así, el BCCh estima que el IPC
terminará el 2019 con un incremento anual de 2,6%, para volver a 3% en la
primera mitad del próximo año. Desde ahí en adelante, fluctuará alrededor de
ese valor hasta el fin del horizonte de política, el primer trimestre del 2021.
Explica que, en un contexto en que
la actividad y la demanda han estado en línea con lo anticipado, el menor
registro de inflación es coherente con un traspaso de la depreciación del peso
menor a lo esperado, así como con la presencia de factores de oferta que
sugieren holguras de capacidad mayores a lo estimado. Entre estos factores,
destaca el aumento de la fuerza de trabajo como producto de la inmigración,
fenómeno al que el Banco ya había atribuido efectos económicos en Informes
anteriores.
En adelante, “la evolución reciente de la
demanda y las perspectivas para el consumo y la inversión siguen indicando que
la economía continuará reduciendo las holguras de capacidad en los trimestres
venideros”, sostiene.
El IPoM señala que sigue destacando
el mayor dinamismo de la inversión, especialmente de maquinaria y equipos. El
consumo habitual continúa expandiéndose a tasas acordes con el crecimiento del
PIB, mientras que el consumo durable redujo de forma importante sus tasas de
expansión, fundamentalmente por la normalización del volumen de ventas del
sector automotriz.
“Los datos parciales de actividad
del primer trimestre del 2019 muestran variaciones anuales inferiores,
afectadas por una base de comparación más elevada y un débil desempeño del
sector minero”, dice.
Agrega que el costo del crédito
sigue siendo favorable en perspectiva histórica y las expectativas de
consumidores y empresas muestran señales mixtas. La tasa de desempleo se ha
mantenido en torno a 7% y, por el lado de la inversión, el último catastro de
la Corporación de Bienes de Capital (CBC) ratificó el importante incremento de los
proyectos en ejecución que se verificó a fines del 2018.
El Informe sostiene que la
disminución del rango de crecimiento para este año se explica por un desempeño
de sector minero menor al esperado. Menciona que la inversión será el
componente más dinámico del gasto, con un crecimiento anual algo superior a 6%
este año.
El Consejo sigue considerando que la
evolución de las condiciones macroeconómicas hace necesario reducir el estímulo
monetario en el horizonte de política. No obstante, el cambio en las
condiciones iniciales del escenario base provocado por la menor inflación
observada, lleva a que su convergencia a la meta requiera que el ritmo de
normalización de la TPM sea más pausado que lo anticipado en diciembre.
“El proceso será llevado a cabo con
gradualidad y cautela, teniendo presente que el menor nivel de la inflación y
sus perspectivas otorgan mayor espacio para evaluar la velocidad apropiada”,
indica el IPoM.
Para efectos de las proyecciones, en
el corto plazo, el IPoM utiliza como supuesto de trabajo la trayectoria de la
TPM que muestra la Encuesta de Expectativas Económicas de marzo, la que no
contempla cambios en la tasa al menos durante los próximos dos trimestres.
En
el mediano plazo, las proyecciones son coherentes con que la TPM alcance su
nivel neutral hacia fines del fin del horizonte de política. “El Consejo ha
venido estimando que la TPM neutral se ubica entre 4 y 4,5%, parámetro que se
revisará en el IPoM de junio” señala el Informe.
El Informe menciona que, en el
escenario externo, el crecimiento en las principales economías ha mostrado una
desaceleración por sobre la prevista, que ha llevado a sus autoridades a
implementar mayores estímulos económicos.
La Reserva Federal tuvo un giro
considerable en la orientación de su política monetaria, mostrándose abierta a
mantener su expansividad por más tiempo. Ello dio paso a un descenso
significativo de las tasas de interés de largo plazo en EE.UU., sostiene. “En
todo caso, los mercados financieros globales siguen susceptibles a noticias potencialmente
negativas, como lo reflejan las tensiones de fines del 2018 y las ocurridas al
cierre estadístico de este IPoM”, dice.
Las proyecciones para el precio
promedio del cobre son de US$2,9 en el período 2019-2021 (US$2,85 y 2,80 para
el 2019 y 2020 en diciembre). En el caso del petróleo se prevén precios
promedio entre el Brent y el WTI de US$62 el barril para el 2019 y el 2020 y de
US$60 para el 2021.
En su Informe, el Consejo del Banco
Central señala que, en lo interno, el balance de riesgos internos tanto para la
actividad como para la inflación se encuentra equilibrado, mientras que, en lo
externo, continúa sesgado a la baja.
“El principal riesgo sigue siendo
una reversión abrupta de las condiciones financieras para las economías
emergentes, lo que podría gatillarse por diversos motivos, incluyendo una
desaceleración más abrupta y generalizada del crecimiento mundial o una
evolución negativa en los diversos focos de tensión geopolítica que han
persistido en el último tiempo”, señala el informe.
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