Presentando una alternativa tecnológica a la
incertidumbre del cambio climático y, con el apoyo de la Fundación para la
Innovación Agraria (FIA), la empresa GECO Enterprises desarrolló y validó
“OPTIRIEGO”, un prototipo de sensor portátil de fácil uso para establecer
oportunidad de riego en frutales y hortalizas.
Las pruebas de campo se llevaron a cabo con el apoyo
de productores de tomates de la zona de Pichidegua y San Vicente de Tagua
Tagua, en la región de O’Higgins, quienes facilitaron sus plantaciones donde se
establecieron las unidades experimentales al objeto de comparar la toma de
decisión del productor bajo su criterio tradicional con el uso del sensor
OPTIRIEGO.
El equipo de profesionales de Geco está compuesto por
Dvoralai Wulfsohn; Ingeniero civil Agrícola PhD; e Inés Zamora y Jaime
Bahamondes, ambos Ingenieros agrónomos.
CONTEXTO
La agricultura es la que tal vez sufrirá los mayores
problemas ocasionados por el cambio climático, como usuaria de aproximadamente
cuatro quintos del agua en la zona que va desde el norte hasta Los Ríos. A
medida que se reducen las precipitaciones, la tecnología de riego, las
prácticas y el tipo de cultivos deberán responder a esa menor disponibilidad de
agua.
“Existen variadas técnicas y tecnologías para
establecer los requerimientos de agua de parte de las plantas. La bomba de
presión de tipo “Scholander”, a la fecha, se considera la
herramienta más precisa ya que determinan el potencial xilemático y por medio
de esto el estado hídrico del cultivo. La tensión aumenta a medida que
disminuye el contenido de humedad del suelo y aumenta la demanda evaporativa en
la atmósfera. Son muy sensibles a la variación de agua y por tanto exactas”,
comenta la ejecutora a cargo del proyecto, Dvor Wulfsohn.
No obstante, son de alto costo de adquisición, mantención y uso de mano de obra; estando lejos del alcance de los productores pequeños y medianos, quienes representan el 85% de agricultura chilena. En efecto, el uso de agua de riego en cantidad y tiempo de aplicación es de suma importancia ya que es un recurso determinante en el éxito de un cultivo.
El proyecto OPTIRIEGO se inició el año 2018 y finalizó
31 de agosto del 2021. Durante todo este periodo se trabajó en el diseño,
evaluación y validación del prototipo de sensor portátil, capaz de capturar
datos de temperatura (ambiente y hoja), humedad relativa y luz PAR que llega a
la hoja; datos con los cuales se calcula un índice de stress hídrico, en este
caso para tomates por tratarse de una especia ampliamente plantada en la región
y, además, en Chile se cultiva todo el año.
Considerando que la bomba de Scholander es muy
precisa, pero de difícil uso, se utilizó para calibrar la decisión del modelo
usado en OPTIRIEGO de cuándo regar.
“Para usar el sensor se estableció un método de
muestreo de fácil aplicación que el productor debe seguir para ir
evaluando las plantas y hojas que corresponda, es decir, algo así como preguntarle
a la planta en qué estado hídrico se encuentra, para lo cual se pone el sensor
en contacto tan solo por unos segundos con la hoja siendo éste el
encargado de tomar los datos desde la planta y los transmite vía bluetooth a
una aplicación instalada en el celular del productor donde se realizan los
cálculos del índice de stress de las plantas y lo va comparando con un valor
crítico de stress que es para cada especie y que en este caso se hizo para
tomates”, añade Wulfsohn.
En esa línea, el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, comenta que “Desde FIA estamos muy entusiasmados con este sensor ya que los ensayos mostraron que se podría lograr el 30% de ahorro del agua aplicada en el cultivo, sin afectar el rendimiento y calidad de cosecha de los tomates.
Esta una herramienta que se enmarca dentro de la Agricultura 4.0, revolución que poco a poco ha ido empapando a nuestro sector de innovaciones que entregan valor, sobre todo en un contexto de cambio climático y estrés hídrico que urge afrontar”.
Por otro lado, la aplicación muestra de forma amigable los datos que van ingresando para que el productor sepa que está realizando el registro.
Al termino de las mediciones, el sensor entrega una recomendación de
regar o no regar, la cual dependerá de la estrategia hídrica que defina el
productor y le asigne al sensor, para esto el OPTIRIEGO cuenta con 3
estrategias: minimizar el stress hídrico, balanceado, y ahorro de agua (sin
afectar la producción).
“Todos los que trabajamos en el campo sabemos que hay
periodos en que es posible ahorrar agua y lo más probable es que allí se use la
estrategia de ahorro de agua y el sensor con todos los datos recopilados en
campo le dirá al productor en la pantalla del celular si regar o no”, cierra
Wulfsohn.
Actualmente los desarrolladores se encuentran en la
búsqueda de capitales para pasar el prototipo a un producto comercial, que
gracias al apoyo de FIA es muy poco lo que queda por hacer.
Es importante mencionar que la empresa asociada a la innovación es AURORA SPACE integrada por Alex Becerra y Camilo Rojas, ambos ingenieros civiles eléctricos y los productores Luis Carreño, Fabián Bahamonde, Luis Quintanilla, Jaime Iván Lagos, Samuel Acevedo y Juan Camilo Henríquez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario