El documento destaca que la
actividad local ha mostrado un dinamismo por sobre lo esperado en los últimos
meses, en buena parte por el impulso de las exportaciones. También pone acento
en la mayor incertidumbre del panorama externo, siendo este el principal riesgo
que enfrenta nuestra economía.
Las proyecciones de
crecimiento para este año se revisan moderadamente al alza respecto del IPoM de
diciembre. Esto considera el mejor punto de partida que otorgan los datos de
los últimos meses y efectos acotados de la situación externa, mayormente visibles
en el mediano plazo. Con esto, la economía seguirá creciendo en torno a su
tendencia entre 2025 y 2027.
El Instituto Emisor prevé que
la inflación convergerá a la meta de 3% a inicios de 2026, proyección que no
tiene cambios respecto de diciembre. La inflación anual irá desciendo en la
segunda mitad de este año y comienzos del próximo, en parte por la alta base de
comparación que implican las alzas de costos verificadas el año pasado. Entre
estas últimas, el aumento de las tarifas eléctricas.
En el IPoM, el Consejo reitera
que evaluará los próximos movimientos de la Tasa de Política Monetaria (TPM)
teniendo presente la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias
para la convergencia inflacionaria.
Actividad económica
El IPoM de marzo señala
que los datos de cierre de 2024 e inicios de 2025 dieron cuenta de una
actividad que ha mostrado un dinamismo mayor al esperado. El PIB creció 2,6% el
año pasado, impulsado por sectores ligados a las exportaciones, principalmente el
agro y el comercio mayorista, la evolución más positiva de la industria
alimentaria y el empuje de la llegada de turistas extranjeros.
El consumo privado y la
formación bruta de capital fijo se recuperaron gradualmente a fines de 2024. El
IPoM de marzo destaca que varios fundamentos del gasto han tenido una mejora e
indica que las expectativas de empresas y hogares han mejorado.
El mercado laboral muestra
holguras acotadas, en un contexto en que distintas fuentes exhiben un alza del
empleo en el margen y los salarios reales crecen por sobre su promedio de la
última década.
A su vez, el último catastro
de la Corporación de Bienes de Capital reforzó las perspectivas de mayores
montos de inversión en grandes proyectos en el corto plazo, manteniéndose una
evolución más estable en sectores no mineros.
A nivel de proyecciones, el
Banco Central corrige moderadamente al alza las previsiones para la actividad y
la demanda. Respecto del IPoM de diciembre, subió el rango de crecimiento del
PIB previsto para este año a 1,75-2,75%. Para 2026 lo mantuvo entre 1,5 y 2,5%,
misma proyección que presenta para 2027. Todas estas cifras se ubican en torno
al crecimiento tendencial de mediano plazo de la economía chilena.
El Instituto Emisor señala que
estas proyecciones consideran los efectos del mayor impulso de meses recientes
y la mejora de algunos de los fundamentos del gasto. Respecto del escenario
externo, estas cifras consideran un efecto acotado, más centrado en el mediano
plazo.
El IPoM de marzo menciona que
el crecimiento esperado de los socios comerciales de Chile se reduce,
especialmente para 2026, con una corrección que se concentra en Estados
Unidos.
En todo caso, el IPoM advierte
que, de concretarse los escenarios de riesgo, sus efectos serían mayores,
dependiendo de cómo se comporten los canales de transmisión en el ámbito tanto
comercial como financiero.
El Informe resalta que un
cambio relevante respecto de trimestres previos es la mayor probabilidad de
ocurrencia de eventos con consecuencias significativamente negativas en la
economía mundial y en Chile.
Añade que los efectos serían
particularmente perjudiciales si se combina un escenario de mayores tensiones
comerciales con disrupciones más significativas en el marco de las alianzas
políticas que han caracterizado a los países desarrollados desde la Segunda
Guerra Mundial.
Política Monetaria
El IPoM destaca que, si bien,
en términos generales, el desarrollo del escenario macroeconómico ha sido
acorde con lo considerado, el conjunto de antecedentes disponibles apunta a un
panorama inflacionario que sigue enfrentando riesgos relevantes, lo que
reafirma la necesidad de cautela.
Esto considera el alza
simultánea de distintas presiones de costos en meses anteriores, en un
escenario donde diversas medidas muestran que los márgenes de ganancias de
empresas se redujeron durante 2024.
Se resalta también que algunos
factores de costos han cedido en lo reciente, como la apreciación del peso y la
baja de los precios externos de los combustibles. Agrega que, en este panorama,
algunos indicadores de expectativas de inflación a dos años plazo siguen por
sobre 3%.
El Instituto Emisor destaca
que la configuración de riesgos para la actividad y el gasto interno ha ido
cambiando. Escenarios con una evolución menos favorable de algunas fuerzas y
sus efectos negativos sobre la economía local se han vuelto menos probables.
Con todo, el Consejo estará atento a la posibilidad de eventos más disruptivos
a nivel internacional y sus impactos económicos y financieros.
Acorde con lo que señaló en su comunicado de la Reunión de Política Monetaria del último viernes, el IPoM señala que el Consejo evaluará los próximos movimientos de la TPM teniendo presente la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria.
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