El año pasado,
el Gobierno anunció un acuerdo con la compañía multinacional
Google para la implementación del Cable Humboldt, la primera conexión
submarina de fibra óptica transoceánica que unirá el Pacífico sur, es
decir a Chile con los continentes de Asia y Oceanía.
Y esta
semana, Desarrollo País y la empresa tecnológica concretaron la firma del contrato que “le da el vamos”
a este hito tecnológico y que debería estar operativo en 2027.
En lo que respecta a la línea
de tiempo, este ambicioso proyecto fue anunciado el enero de 2024 por el presidente Gabriel
Boric, pero ya se había planteado en 2016, durante el segundo periodo
gubernamental de Michelle Bachelet.
Pero ¿qué significa esto? “Se
trata de un tendido bajo la superficie marina que emplea haces de luz para
transmitir información, ofreciendo una gran capacidad de comunicación
(ancho de banda) a lo largo de aproximadamente 14.800 kilómetros.
Y gracias a esta
infraestructura, servicios en la nube, la investigación científica y el
comercio electrónico se beneficiarán notablemente”, explica a Diario Usach Gustavo Alcántara, académico del
Departamento de Tecnologías Industriales de la Universidad de Santiago.
El especialista indica que
esta conexión, que se extenderá entre Valparaíso y Sídney en Australia,
tendrá una capacidad de 44 Tbps (terabits por segundo) y
tendrá una vida útil de 25 años.
Para que tengamos una visión
global sobre cuánto será la cantidad de transmisión de información que viajará
entre continentes, hay que precisar que un terabit es una unidad de
almacenamiento de datos informáticos que equivalen a 1.024 gigabits (es
decir 1024 x 1000.000.000 bits) y que se destinan a la medición de grandes
cantidades de información digital.
Por lo mismo, con la
implementación de este cable, se busca consolidar a Chile como un “hub
digital” en Sudamérica y establecerlo como una puerta directa entre
Latinoamérica con Asía y Oceanía.
Juegos más veloces
y una nube más efectiva
El académico de la Facultad
Tecnológica de la Usach sostiene que uno de los principales
beneficios con la implementación de la estructura se dará “con una mejora
de la experiencia en el uso de internet para los usuarios chilenos que se
conecten con servidores ubicados en Asía u Oceanía. Por ejemplo, los
jugadores de videojuegos, y las plataformas de e-sports,
tendrán conexiones más estables para competir contra oponentes
localizados en aquellas regiones”.
El especialista en
Telecomunicaciones también indica que, cuando el cable de fibra óptica esté
operativo traerá “beneficios a la hora de utilizar servicios en la nube y
alojados en centros de datos remotos.
Proveedores como Google
Cloud y AWS, entre varios otros, podrán ofrecer prestaciones con menor
latencia y mayor redundancia si enrutan el tráfico directamente hacia la región
Asía-Pacífico a través de Humboldt. Esto se traducirá en tiempos de
respuesta más bajos en aplicaciones empresariales y sitios web albergados en
aquellos mercados”.
Ventajas para los centros de
datos en Chile
Otro punto no menor son
las ventajas que la implementación de este cable submarino traerá para los
centros de datos que funcionan en Chile.
El ingeniero de la Facultad
Tecnológica de la Usach sostiene que “en lo que se refiere al potencial para
esos organismos, y que funcionan actualmente como puntos de interconexión
regional a nivel latinoamericano, contarán con nuevas rutas de baja latencia
para replicación de datos con instalaciones en Sídney, Tokio o Singapur”.
Además, explica que, frente a posibles desastres naturales, o fallas en otros cables (por ejemplo, con terremotos que afecten a tendidos en el Pacífico Norte), el Cable de Humboldt ofrecerá una ruta alternativa, reduciendo el potencial de riesgo de cortes totales en la conexión internacional, siendo una ruta extra de alto valor”.
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