Regalos, celebraciones, viajes y compromisos sociales concentran un alto nivel de gasto en pocas semanas, lo que puede derivar en dificultades financieras durante los primeros meses del año si no se administran con cuidado.
Especialistas advierten que
uno de los errores más comunes es confundir el cupo disponible con dinero
propio. El acceso al crédito se ha expandido de manera significativa,
especialmente a través del retail.
“El uso de tarjetas de crédito
se masificó mucho, sobre todo porque el sector retail ofrece créditos con muy
pocos requisitos, como el RUT o estar en DICOM. Esto supone una democratización
del consumo bien importante”, explica Paula Araneda, investigadora del
Observatorio Social de la Universidad del Alba. Sin embargo, añade, también
implica riesgos relevantes.
“El problema es que las
condiciones de estos créditos, con altas tasas de interés y pagos mínimos
bajos, pueden generar una acumulación de deuda difícil de manejar. Muchos
hogares de menores ingresos ya presentan una alta carga financiera, destinando
una parte importante de sus ingresos solo al pago de deudas”, sostiene Araneda.
Por ello, la académica recalca
la importancia de mantener un orden financiero claro y definir montos de gasto
realistas, tanto en pagos al contado como en cuotas, para evitar situaciones de
morosidad. “Lo fundamental es abordar este tema desde la educación financiera y
llevar una contabilidad clara de las finanzas del hogar”, subraya.
Un medio de pago más seguro
Más allá de la planificación
financiera, el uso de tarjetas y medios de pago digitales también ofrece
ventajas en materia de seguridad frente al efectivo, especialmente en períodos
de alto consumo como diciembre.
“En fechas clave como Navidad,
donde las decisiones de compra suelen ser emocionales y urgentes, cualquier
fricción en el proceso de pago puede traducirse en abandono de compras, pérdida
de clientes o incluso daño reputacional. La seguridad no debe sentirse: debe
funcionar”, señala José Sales, gerente de Clientes de Nuek.
En Chile, el uso de tarjetas
de débito alcanza al 87 % de los consumidores, mientras que el efectivo
representa el 63 % de las transacciones presenciales. En contraste, solo un 29
% de los usuarios emplea de manera habitual pagos móviles sin contacto, según
cifras recientes.
La pandemia fue un punto de
inflexión en el comportamiento de pago de los chilenos. Las restricciones de
movilidad impulsaron el uso de tarjetas y plataformas digitales, acelerando la
adopción de sistemas más rápidos, ágiles y, sobre todo, seguros.
“Hoy la decisión de compra
navideña pasa por tres filtros: elegir el producto correcto, al precio correcto
y con el medio de pago correcto. Ese tercer elemento, que muchas veces se da
por sentado, es el que finalmente define si la experiencia de compra de fin de
año se recuerda como algo sencillo y confiable, o como un problema más en medio
del cierre del año”, detalla Sales.
En este contexto, los expertos recomiendan privilegiar medios de pago electrónicos, comprar siempre en comercios establecidos, desconfiar de ofertas excesivamente atractivas y nunca entregar datos personales o claves bancarias a través de enlaces sospechosos o llamadas telefónicas.

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