El vínculo entre INDAP y los pequeños agricultores
pertenecientes a los Pueblos Originarios de nuestro país es antiguo e
histórico, forjado en el respeto a la Tierra y sus recursos. Durante 2018 y
2022 el trabajo con los productores indígenas concentró sus esfuerzos en
entregarles, a través de los programas de fomento, nuevas herramientas para
mejorar la calidad de ellos, familias y sus comunidades
Otra línea del quehacer 2018-2022 con los Pueblos
Originarios fue la participación institucional en el Plan Impulso Araucanía,
herramienta gubernamental que encomienda a INDAP un rol central y focaliza su
ejecución en obras de riego, fomento productivo, financiamiento y capacitación,
con énfasis en la diversificación frutícola.
Actualmente 425 productores mapuche están vinculados
comercialmente con empresas en los rubros de berries, cereales, bovino; a
través del Programa de Asociatividad Económica (PAE), 36 cooperativas
recibieron apoyos. Otros resultados: a través de los programas de riego, 1.074
nuevas hectáreas se suman a la superficie de riego tecnificada y sobre 3.500
productores accedieron a financiamiento.
Complementariamente, INDAP ejecutó el Piloto Diálogos
PDTI en Puerto Saavedra, Toltén y Pitrufquén, en La Araucanía, a través del que
promovió el intercambio de experiencias entre profesionales y pequeños
agricultores, para conocer eventuales ámbitos de mejora y grados de
satisfacción, además de profundizar el vínculo entre INDAP y los
productores.
El trabajo entre extensionistas, ejecutivos de área y agricultores permitió elaborar una agenda 2022 con 23 medidas que mejoran la asistencia técnica, a partir de cuatro líneas estratégicas: comunicaciones y cultura, visita técnica, capacitaciones y procedimientos administrativos, con impacto potencial en 2.953 usuarios.
Solamente en 2021, INDAP apoyó a través de sus
programas regulares a 64.006 productores pertenecientes a Pueblos Originarios.
72% de ellos son mapuche, 10% huilliche, 5% alacalufe, 3% aymara, 1%
atacameño, y un 9% pertenece a otros pueblos (colla, quechua,
diaguita).
A su vez, un 81% de productores indígenas recibió
asistencia técnica; 82% accedió a algún tipo de subsidio a la inversión y un
32% obtuvo créditos para avanzar en sus procesos productivos. En la región de
La Araucanía, el principal rubro productivo en la ruralidad es la agricultura:
10,2% del PIB regional es generado por este sector, 71% de los predios poseen
menos de 20 hectáreas y pertenecen a familias mapuche.
En este contexto, destaca la creación del Sello Originario. Acción conjunta con el Programa Elige Vivir Sano que resalta el valor nutricional y cultural de la producción agrícola de los pueblos indígenas, e impulsa su incorporación en procesos de comercialización dentro de los Mercados Campesinos, tiendas especializadas y cadenas de retail. 2.665 productos han obtenido el Sello Originario, 386 pequeños agricultores participan de esta experiencia y 292 son mujeres que representan el 76% del total de los sellos otorgados; se ejecutaron asesorías e inversiones.
“Este Sello es un motivo de gran satisfacción y
orgullo; estoy seguro de que contribuirá a abrirnos más puertas para
comercializar nuestros productos y dar a conocer parte de nuestra cultura”,
comentó Cristian Riffo, quien produce, a través del emprendimiento
familiar Chihuaico, ubicado en la comunidad
Francisco Llancafilo de Villarrica, productos procesados de murta,
castañas, avellanas y maqui.
Este último fruto actualmente lo vende deshidratado en
polvo en Estados Unidos por la plataforma de comercio electrónico Amazon.
Para el director nacional de INDAP, Carlos Recondo, el trabajo realizado durante esta gestión, concentró sus esfuerzos en entregar mejores herramientas a todos los pequeños agricultores con quienes trabaja la institución, en especial, aquellos pertenecientes a los Pueblos Originarios.
“Creamos nuevas unidades operativas del Programa de
Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), aumentamos los cupos para que más
productores indígenas pudieran sumarse. 815 nuevos usuarios ingresaron al
programa, ampliamos su cobertura de 47.893, en 2018, a 48.708 en 2021;
destinamos $167.730.307.000 para que más productores recibieran asesoría y
financiamiento. Así reforzamos nuestro vínculo con las comunidades y con los
municipios que ejecutan este instrumento”.
La consolidación de la Red de Sistemas Importantes de
Patrimonio Agrícola Nacional (SIPAN), proyecto impulsado por la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y el Ministerio de Agricultura,
a través de INDAP y Odepa, cuyo fin es consolidar una Red Nacional del
Patrimonio Agrícola que reconozca y resguarde la biodiversidad de sistemas
productivos agropecuarios de alto valor cultural en el país.
La iniciativa congrega a productores locales de 12
comunas, agrupadas en macrozonas: Alto Andina (General Lagos y Putre en Arica y
Parinacota; Colchane, Huara, Pica y Camiña en Tarapacá; Calama y San Pedro
de Atacama en Antofagasta) y Cordillera Pehuenche (Alto Biobío en Biobío;
Lonquimay, Melipeuco y Curarrehue en La Araucanía).
El aporte de INDAP en proyectos de inversión y apoyos directos fue de $439.027.748. A la fecha, 3.052 productores participan de esta experiencia, recibiendo asesorías del PDTI: 617 corresponden a la Macrozona Norte Alto Andina y 2.435 a la Macrozona Sur Cordillera Pehuenche.
El Programa de Crédito de Largo Plazo Cobertura
Indígena (COBIN) amplía el financiamiento para personas naturales o comunidades
indígenas y otorga una garantía entregada por CORFO a proyectos agropecuarios.
Se articula con dos instrumentos institucionales específicos: Crédito Largo
Plazo – COBIN e incentivo PAE. A la fecha, impulsa 36 proyectos a lo largo de
todo Chile.
Las regiones de La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Arica y Parinacota y Biobío concentran el mayor número de proyectos; durante el periodo 2018-2021, el presupuesto ejecutado llegó a los $1.185.253.429.
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