Se observó una disminución de la superficie cubierta con bosques,matorrales y otros usos. |
Presidido por el gobernador regional, Rodrigo Mundaca,
la gerente de sede Metropolitana de INFOR, Claudia Delard, el Director del INIA
La Cruz, Jorge Morales, entre otras autoridades regionales, investigadores de INIA
e INFOR y empresarios, se presentó el proyecto que surge con la idea de estar
preparados como región con sus empresas, a las exigencias que establece la
Unión Europea (EU) a través de una normativa nueva que prohíbe el acceso de
ocho “commodities” a su mercado si provienen de áreas deforestadas después del
año 2020.
Cabe destacar, que a nivel de país la sustitución de
bosque nativo por cultivos para la producción de alimentos ha sido una realidad
histórica acentuada desde los comienzos de la colonia, donde la expansión de la
agricultura y la fruticultura ha llegado a ocupar durante los últimos decenios cada
vez más terrenos en pendiente, en respuesta a la creciente demanda por
productos frutícolas.
En tanto, a nivel mundial la deforestación es
responsable de alrededor del 10% de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI)
generadas anualmente. A este dato se suma que entre los años 2000 y 2020,
América Latina fue la región donde se produjo la mayor deforestación en el
mundo.
Por esta razón, es que la regulación “Deforestación
Zero”, obliga a los proveedores locales a cumplir con ciertos estándares que
pueden llevar a compensaciones reales, certificables y auditables por el bosque
nativo cortado, que permitan contribuir con la mitigación del cambio climático.
Esta medida es aplicable hasta el año 2030, a partir del cual ya no se podría sustituir
más bosque nativo por especies frutales u otros cultivos agrícolas.
Patricio González, investigador INFOR, dio a conocer el diagnóstico de la situación actual de la Región de Valparaíso.
“Trabajamos
sobre la base de dos Catastros de los recursos vegetacionales nativos de Chile
correspondiente a los años 2001 y 2013. y observamos los cambios de uso
ocurridos entre períodos, de acuerdo al catastro del año 2013 versus las
imágenes satelitales del año 2022, en donde se muestra un aumento de 7 mil 367
hectáreas de superficie frutícola que reemplazó formaciones nativas”, dijo
González.
El profesional de INFOR, destaca que para el período restringido
por la Unión Europea a partir del año 2020 al año 2022, se observó una
disminución de la superficie cubierta con bosques, matorrales y otros usos de
667 hectáreas, siendo reemplazada por cultivos agrícolas que corresponden a 48
roles de propiedad. La expansión de la fruticultura
ha ocupado durante los últimos decenios
terrenos en pendiente
Por lo tanto, la Región de Valparaíso tendría que
compensar esta superficie para cumplir con las exigencias de Deforestación
Zero, que se exigen actualmente.
Por su parte, Aldo Cerda, gerente de la Bolsa del
Clima de Santiago SCX, dio a conocer que se encuentra trabajando en la
definición del estándar de compensación y/o mitigación que exige la UE. Explica
que a “partir del año 2030, no debería producirse reemplazo de bosques por
cultivos, aun cuando éstos pudieran ser compensados.
Las compensaciones que podrían ejecutarse antes del
año 2030, deben hacerse con especies nativas para lograr un atributo medio
ambiental positivo a través de su captura de carbono”.
Cerda dio como ejemplo crítico, la deforestación en
pro de plantaciones de paltos al estado de Michoacán en México, con la
respectiva pérdida de biodiversidad, de suelos y cambios en el ciclo
hidrológico.
Menciona, por otra parte, la declaración de líderes en
la cumbre del clima en Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra al alero de la
COP26, que está muy alineada con las regulaciones de la UE en pos de detener la
deforestación a más tardar el año 2030.
Estas medidas se combinan, además, con esfuerzos
privados de actores del retail como Walmart, Tesco, M&S, Carrefour, Coca
Cola, Pepsico, Nestlé, Unilever y otros, por limpiar de sus cadenas de
distribución a proveedores que tengan trazabilidad de deforestación en la
oferta de sus productos alimenticios.
El investigador del INFOR y jefe del proyecto, Hans
Grosse, recalcó el rol que juega hoy el consumidor en las decisiones respecto
de los productos que adquiere. Explica que “existe una demanda de los
consumidores por conocer la procedencia de los alimentos y cómo se cultivan
para asegurarse de que se produzcan de manera responsable y sostenible
conociendo el impacto ambiental de su producción”.
Por ende, asegura que “este consumidor discrimina
entre un producto con y sin certificación sustentable, prefiriendo, por ejemplo,
los alimentos de origen sostenible y ético, y que no contribuyan a la
degradación del medio ambiente”.
Finalmente, Grosse afirma que este estudio constituye
uno de los primeros pasos para avanzar hacia una producción de fruta
"Libre de Deforestación" y los productores están invitados a
participar en estas medidas de restauración y conservación de los ambientes.
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)
es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación
agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con
presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente
calificadas. Expositores en el lanzamiento de proyecto
Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a
5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro,
Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades.
Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15 y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.
INIA, más de 59 años liderando el desarrollo agroalimentario sostenible de Chile.
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