Además del dolor de conseguir un crédito
hipotecario para lograr el sueño de la vivienda propia, este año se suma el
dolor de conseguir el pie suficiente para su propiedad.
Muchas veces imposible de conseguir por la
poca capacidad de ahorro de los chilenos y un aumento del valor de la UF,
dejando como consecuencia familias sin poder comprar, y por el otro lado,
inmobiliarias sin poder vender.
El acceso a la vivienda atraviesa por
grandes dificultades: la poca capacidad de ahorro de los chilenos –la cual bajó
5,6% con respecto al año pasado y siendo la menor en 20 años, según el Banco
Central– impide que puedan optar a créditos hipotecarios y, como consecuencia,
las inmobiliarias están quedando con un gran stock de unidades sin vender, lo
que impide que puedan optar a financiamiento para nuevos proyectos y hacer
sostenibles sus empresas.
Y si bien muchas familias logran la
ansiada aprobación de su hipotecario, luego chocan con una gran piedra de tope:
el pie hipotecario, el que debe ser con ahorro previo y entre un 10 y 20 por
ciento del valor de la vivienda, lo que para muchos es imposible por la misma
incapacidad de ahorro.
Pero esto no solo es un dolor de cabeza
para quienes desean comprar una vivienda, sino también para las mismas
inmobiliarias, que no pueden vender o deben financiar el pie hipotecario, lo
que se aleja de su rubro y no les permite optimizar sus recursos.
En este escenario es que las Fintech se
sitúan como alternativas muy competitivas para ayudar a fortalecer el mercado
inmobiliario gracias al financiamiento de pies inmobiliarios, dando un respiro
a inmobiliarias y compradores.
“Hoy los bancos están pidiendo un
20% de pie en la mayoría de los casos, a pesar del programa FOGAES del 10%, y
muchas veces las personas no tienen esa cantidad y necesitan pedir otro crédito
para cubrirlo”, comenta David Muñoz, CEO de Creditú, Fintech fundada en 2017 y
cuyo propósito es democratizar el acceso al financiamiento para la casa propia
y que hoy otorga créditos para pies hipotecarios,
Con un financiamiento que se realiza en
convenio directo con la inmobiliaria, se logra una opción de crédito con una
tasa que puede ser en UF hasta con un 0% para el cliente. Esto a diferencia de
los créditos de consumo tradicionales, que serían la opción de financiamiento
más accesible, donde las tasas de interés alcanzan hasta el 35% anual.
“La situación económica actual termina provocando un círculo vicioso, donde los bancos deben poner más restricciones a sus créditos, las empresas no pueden generar nuevos proyectos y, finalmente, las personas no acceden a financiamiento. Con el financiamiento de pie o directamente con créditos hipotecarios permitimos que los chilenos puedan comprar una vivienda y que la industria inmobiliaria venda sus unidades de manera más rápida, lo cual también dinamiza al sector de la construcción y a la economía en general”, señala Muñoz.
Innovación financiera y tecnológica al
servicio de las personas y empresas
Las Fintech están removiendo los cimientos
de la industria financiera. Con su foco innovador, estas compañías no solo
crecen de manera acelerada para convertirse en una alternativa real a la banca
tradicional, sino también para brindar a los consumidores prestaciones más
convenientes y acordes a los tiempos.
El mundo digital juega un rol clave en su
propósito de ser un emprendimiento inclusivo. “Queremos reinventar la
experiencia del cliente con un proceso 100% digital. Buscamos acabar con la
burocracia excesiva en las evaluaciones crediticias con un sistema de
evaluación en línea rápido e incluyente, que abre oportunidades de
financiamiento a segmentos históricamente desatendidos por la banca
tradicional, como mujeres, inmigrantes y jóvenes”, dice David Muñoz.
La empresa, que cuenta con ejecutivos en
cada región del país, es regulada por la Comisión para el Mercado Financiero,
CMF y ya ha recibido variadas distinciones por su trabajo en inclusión, entre
ellos el Pan Finance Award Winner 2022 a Excelencia en inclusión financiera
Latam y Mejor hipotecario Chile 2022, y el Sustainable Investment Awards, al
Fondo Social del año 2022.
Además, el año pasado selló un acuerdo con
BID Invest –entidad que financia iniciativas de carácter social– para la
creación de un fondo de inversión privado para comprar activos hipotecarios, el
cual será gestionado por Creditú. El fin de esta iniciativa es mejorar el
acceso a financiamiento para viviendas sociales.
A ello, se suma un trabajo en conjunto con
FinteChile, asociación de extranjeros en el país y diversos grupos de apoyo a
mujeres. Un objetivo en el corto plazo es lograr trabajar en planes de
mejoramiento de acceso a la vivienda con el Minvu.
“Como Fintech enfocada en la creación de oportunidades, somos conscientes de que debemos establecer vínculos con otras instituciones que tengan el mismo foco y preocupación por mejorar la vida de las personas. De esta manera seremos capaces de contribuir a que más personas puedan acceder a un financiamiento conveniente para cumplir sus metas”, señala Muñoz.
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