Este incremento ha generado un
alza en los costos operativos de múltiples sectores productivos y ha impactado
el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que cerró en un 4,5% anual, según
datos del Ministerio de Hacienda, donde cerca de un 1% corresponde sólo al
precio de la energía.
«Las empresas han enfrentado
aumentos mensuales de hasta $14.400.000 en su cuenta de electricidad,
dependiendo de su tamaño y consumo. Esto ha llevado a que muchas trasladen los
costos a los consumidores, mientras que otras han debido absorberlos, afectando
su rentabilidad», explica el Head Business Developer de Terralink, Martín
Benegas.
Las empresas con mayor consumo
energético han sido las más golpeadas por las alzas. Entre ellas destacan la
industria manufacturera, especialmente la metalurgia, producción de alimentos y
textiles; la agricultura intensiva, con un alto uso de riego eléctrico y
almacenamiento en frío y el comercio y retail, donde la climatización e
iluminación permanente generan costos elevados.
Energía solar: una
solución frente a la inflación
Ante este escenario, la
adopción de energía solar ha cobrado relevancia como estrategia para
estabilizar costos y reducir la dependencia de alzas tarifarias. Según datos de
Terralink, una empresa con un consumo de 15.000 kWh mensuales que implementa
energía solar puede reducir su consumo de la red en un 60% mediante
autoconsumo, así como también es capaz de generar excedentes para inyectar a la
red, recibiendo pagos del 90% del valor de venta del kWh.
Asimismo, las empresas que
adquieren esta tecnología, pueden obtener ingresos por excedentes, compensando
los costos de potencia y reduciendo la factura eléctrica incluso a costo cero.
«El retorno de inversión en
energía solar ha mejorado significativamente. Con la baja en los costos de
equipos y el alza en las tarifas eléctricas, un sistema bien dimensionado puede
amortizarse entre 2 y 5 años, asegurando estabilidad financiera a largo plazo»,
agrega Benegas, quien asegura que las plantas fotovoltaicas están diseñadas
para tener una duración de más de 3 décadas.
Beneficio
para consumidores finales
La transición de las
industrias a fuentes renovables no solo beneficia a las empresas, sino también
a los consumidores. Empresas que incorporan energía solar pueden mantener
precios más competitivos en sus productos, reduciendo el impacto inflacionario
en bienes y servicios esenciales.
«La estabilidad en los costos
de producción permite que las empresas no trasladen completamente el alza
energética a los consumidores. Además, se genera un beneficio ambiental al
reducir la huella de carbono del sector productivo», concluye el ejecutivo de
Terralink.
Con este panorama, la energía solar se posiciona como una solución eficiente y económicamente viable para enfrentar los desafíos del mercado eléctrico, asegurando tanto la sostenibilidad empresarial como el bienestar del consumidor final.
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