“En la práctica, el consumidor queda bastante
desprotegido y debe tomar precauciones por sí mismo”, sentencia.
Las compras por transacciones
en las redes sociales se han vuelto peligrosas. El 12 de agosto pasado, en
Concepción, una persona de 32 años fue asesinada a sangre fría.
Los delincuentes coordinaron
la supuesta venta de un automóvil; el interesado que vio el aviso en
Marketplace llegó al punto de encuentro, y los antisociales le quitaron la vida
para robarle un celular y el dinero que portaba.
Basta con sumergirse en
Internet para encontrar denuncias que si bien no llegaron a tener el impacto de
un crimen como el anterior, si demuestran que los intentos de fraudes son pan
de cada día o una de las partes ha sido víctima de un delito.
Leonardo Ochoa, Doctor en
Ingeniería, Industria y Organizaciones, y académico del Departamento de
Tecnologías de Gestión, de la Facultad Tecnológica de la USACH, remarca que los
usuarios de este tipo de plataformas de compra son muy vulnerables porque las
transacciones en redes sociales como Facebook, suelen hacerse sin
intermediarios confiables ni sistemas de pago seguros.
“Eso deja a las personas
expuestas a perfiles falsos, publicaciones engañosas y ofertas demasiado buenas
para ser ciertas. Aquí conviene apelar al sentido común: comprar por Facebook
es como si alguien en la calle te ofreciera un celular envuelto en una caja
sellada.
¿Le pasarías tu dinero sin
siquiera abrirla? Difícil. Pero en internet, muchas veces caemos porque el
mensaje aparece en una pantalla que parece “más seria” de lo que en realidad
es”, explica.
Con respecto a la
responsabilidad que tienen dichas plataformas, el docente explica que hay que
hacer una distinción entre la red social y quienes venden a través de ella.
A su juicio, Facebook,
Instagram o TikTok funcionan como un “mall virtual”: ponen el espacio y
establecen reglas, pero los responsables directos de lo que se vende son los
comercios o personas que usan ese espacio.
“En sus condiciones de servicio, las
plataformas ya advierten que no responden por los productos ofrecidos. Dicho
esto, sí deben reforzar sus sistemas de verificación, eliminar publicaciones
fraudulentas y ofrecer canales de denuncia efectivos”.
Acto seguido pregunta: ¿Usted
compraría un PlayStation en la esquina a alguien que te dice “créeme, funciona”
?, posiblemente no y tampoco debes hacerlo en una red social sin garantías”.
El Doctor en Ingeniería explica que en Chile, SERNAC y la PDI tienen un rol central en la protección de consumidores en entornos digitales. El Servicio Nacional del Consumidor puede mediar y orientar, aunque muchas veces no logra que las víctimas recuperen su dinero; La PDI, a través de la Brigada del Cibercrimen, investiga delitos, pero enfrenta el desafío de que muchos estafadores operan desde el extranjero; y la Subtel, regula los aspectos de telecomunicaciones.
Sin embargo, no existe una normativa específica que regule en detalle las ventas por redes sociales, lo que genera un vacío legal importante. En la práctica, el consumidor queda bastante desprotegido y debe tomar precauciones por sí mismo.
El académico de la Facultad Tecnológica de la Usach reafirma que el mayor desafío al que nos enfrentamos hoy en día es que las redes sociales están fuera de la jurisdicción chilena y operan con dinámicas que las instituciones locales no pueden controlar fácilmente. Regularlas implica acuerdos internacionales y obligaciones más claras hacia las plataformas, tales como verificar vendedores o colaborar en la detección de fraudes.
“Aquí nuevamente es útil el símil del mall: el centro comercial puede fijar reglas y sacar a quienes incumplen, pero no puede responder directamente por cada transacción que ocurre en las tiendas. En paralelo, los usuarios deben aplicar criterio personal: si una oferta parece demasiado buena, probablemente no lo sea. O dicho en simple: no porque un vendedor tenga un perfil con foto bonita significa que sea confiable”, sentencia.
Recomendaciones
A la luz de los últimos hechos delictuales que han afectado a personas que confían en la compra a través de plataformas digitales, algunas de ellas como Facebook han advertido de la necesidad de tomar ciertas precauciones. En Meta (propietaria de Facebook), por ejemplo figura un apartado sobre ”Confianza y seguridad en Marketplace”, que indica:
-Si tienes previsto encontrarte con alguien en persona, te recomendamos hacerlo en un lugar público y bien iluminado. Crea y comparte el plan del encuentro con un amigo o un familiar de confianza a través de Messenger.
-Visita el perfil de Marketplace del vendedor para obtener más información sobre él. En el perfil, puedes ver los amigos que tal vez tengan en común, su actividad en Marketplace, otras publicaciones que tenga y las calificaciones que haya recibido.
-Facebook no ofrece reembolsos por transacciones realizadas por contacto directo entre usuarios. Siempre debes tener cuidado al usar este tipo de transacciones para comprar artículos de Marketplace, en especial si deben enviártelos.
-Evita comunicarte con los compradores o vendedores por privado fuera de Facebook. No compartas tus datos de pago (por ejemplo, tus datos de inicio de sesión de PayPal o la información de tu cuenta bancaria) ni otro dato personal innecesario con los compradores o vendedores.
-Verifica cuidadosamente las ofertas que parecen demasiado buenas para ser ciertas.
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