Una desaceleración tendencial de la actividad
económica con una disminución del producto interno bruto (PIB) per cápita,
caída de la inversión, baja en el consumo per cápita, menores exportaciones y
un sostenido deterioro en la calidad del empleo en el balance las economías de
América Latina y el Caribe presentado hoy en la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) en su último informe anual dado a conocer en su sede
central de Santiago, Chile.
La región, muestra una desaceleración económica
generalizada y sincronizada, a nivel de países y de sectores completando, seis
años consecutivos de bajo creci
miento, señaló hoy en el informe.
miento, señaló hoy en el informe.
En su “Balance Preliminar de las Economías de América
Latina y el Caribe 2019”, el organismo regional de las Naciones Unidas, indica
que la desaceleración en la demanda interna se acompaña por una baja demanda
agregada externa y mercados financieros internacionales más frágiles. A este
contexto, se suman las crecientes demandas sociales y las presiones por reducir
la desigualdad y aumentar la inclusión social.
Todo esto llevará a que en 2019 la región crezca
apenas 0,1% en promedio, mientras que las proyecciones de crecimiento para 2020
se mantendrán bajas, en torno al 1,3% para la región en su conjunto. En
consecuencia, el período 2014-2020 sería el de menor crecimiento para las
economías de América Latina y el Caribe en las últimas siete décadas.
“Ante este escenario la región no aguanta políticas de
ajuste y requiere de políticas para estimular el crecimiento y reducir la
desigualdad.
Las condiciones actuales necesitan que la política fiscal se
centre en la reactivación del crecimiento y en responder a las crecientes
demandas sociales”, declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la presentación del documento.
También, se enfatiza que una política fiscal activa
requiere en el mediano-largo plazo una estrategia para garantizar su
sostenibilidad en el tiempo.
Esto implica, que debe estar vinculada con la
capacidad de crecimiento y la dinámica de la productividad, junto con el
fortalecimiento de la capacidad recaudatoria del Estado como por ejemplo, mejorando
la progresividad de la estructura tributaria mediante el aumento de los
impuestos directos, reduciendo la evasión fiscal, que representa alrededor de
6,3% del PIB de la región; reevaluando los gastos tributarios, que representan
3,7% del PIB de la región e implementando, una nueva generación de tributos
relacionados con la economía digital, el medioambiente y la salud pública.
En materia de proyecciones de crecimiento, según el
informe 23 de 33 países de América Latina y el Caribe (18 de 20 en América
Latina) presentarán una desaceleración de su crecimiento durante 2019, mientras
que 14 naciones anotarán una expansión de 1% o menos al finalizar el año.
Asimismo, se verifica que el PIB per cápita de la
región se habrá contraído 4,0% entre 2014 y 2019.
En tanto, la desocupación nacional aumentará de 8,0%
en 2018 a 8,2% en 2019, lo que implica un alza de un millón de personas,
llegando a un nuevo máximo de 25,2 millones, a lo que se suma un deterioro en
la calidad del empleo por el crecimiento del trabajo por cuenta propia (que
superó al empleo asalariado) y de la informalidad laboral.
El Balance Preliminar prevé que, en 2019, el
país con mayor expansión será Dominica (9,0%), seguido por Antigua y Barbuda
(6,2%), República Dominicana (4,8%) y Guyana (4,5%).
Por el contrario, Venezuela anotará el mayor
retroceso, con una contracción de -25,5%, seguido por Nicaragua (-5,3%),
Argentina (-3,0%) y Haití (-0,7%). América Central crecerá 2,4%, el Caribe 1,4%
y América del Sur se contraerá -0,1%.
Para el próximo año 2020, las proyecciones de la CEPAL
indican que las naciones del Caribe seguirán liderando el crecimiento regional
(con un promedio subregional de 5,6%), encabezadas por Guyana (85,6%,
debido al comienzo de la producción de petróleo que tendría lugar en 2020),
Antigua y Barbuda (6,5%), Dominica (4,9%) y República Dominicana (4,7%).
En la parte baja, Venezuela, Nicaragua y Argentina
moderarán sus tasas de contracción económica (con -14%, -1,4% y -1,3%,
respectivamente). En tanto, América Central se expandirá 2,6% y América del Sur
1,2%.
De acuerdo con el informe, a pesar de las dificultades
y limitaciones que enfrentan actualmente los espacios de política fiscal, a
diferencia de épocas anteriores la mayoría de los países de la región se
encuentran hoy en situaciones de inflación en niveles históricamente bajos
(2,6% promedio regional, sin considerar a Venezuela, Argentina y Haití),
reservas internacionales relativamente elevadas, en general las economías
mantienen acceso a los mercados financieros internacionales y las tasas de
interés internacionales, se encuentran en niveles reducidos.
Estas condiciones, favorecen la capacidad de
implementar políticas macroeconómicas tendientes a revertir el actual escenario
de bajo crecimiento.
Por ello. es fundamental reactivar la actividad
económica mediante un mayor gasto público en inversión y políticas sociales,
señala la CEPAL.
Asimismo, para dar cuenta de las demandas sociales,
los esfuerzos redistributivos de corto plazo deben complementarse con aumentos
en la provisión y calidad de bienes y servicios públicos, recalca en su Informe
la Comisión.
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