De esta forma, con el objetivo de asegurar la
continuidad y seguridad de transporte para miles de usuarios, junto con
mantener la cadena de suministros, EFE mantuvo su operación, con bajas de
demanda que llegaron a un 80% de los usuarios en los períodos críticos de la
pandemia.
En consecuencia, los resultados consolidados entre
enero – diciembre de 2020 para los diversos servicios ferroviarios de pasajeros
registraron una disminución de 53% en la demanda, pasando de 45,9 millones en
2019 a 21,5 durante 2020, lo que se tradujo en una disminución de 24,3 millones
de usuarios.
Esto implicó una caída del 45% en los ingresos,
pasando de MM$44.234 en 2019 a M$24.247 en 2020, es decir, MM$19.807 menos. La
diferencia entre el número de usuarios y de ingresos, se explica por la
corrección de la tarifa técnica que paga Transantiago por los pasajeros del
Servicio Nos, junto con la mantención de algunos subsidios a la operación,
especialmente en el servicio Corto Laja y Talca-Constitución.
Con el fin de mitigar la caída de ingresos, la
compañía estableció un estricto plan de contención de costos que, junto a la
disminución de los gastos variables, redundó en una caída de 9% en los costos
de venta y administración que llegaron a MM$ 81.262, mientras que en 2019
sumaron MM$89.325.
Esto último, sumado al aumento en los ingresos por
concepto de carga en 4% (MM$ 12.621) y de negocios no tarifarios de 8% (MM$
9.900), permitió contener, el impacto de la pandemia en los resultados
financieros de la empresa.
De esta forma, el Ebitda de la empresa fue de
-MM$34.315, lo que representa una caída de MM 10.446 respecto de 2019.
Asimismo, la pérdida neta del periodo llegó a MM$71.142, lo que se explica principalmente por depreciación y deterioro de activos, reajustes de deuda financiera y resultados no operacionales, que implicó un aumento del 23% respecto del año anterior en que sumó MM$57.853.
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