Y es que cada día existe más conciencia ambiental, no solo a nivel personal sino empresarial. Por lo que las compañías e industrias han asumido la gran responsabilidad de cuidar y preservar el medio ambiente.
En cuanto al sector logístico, la presión de operar bajo estrictas medidas de sostenibilidad es cada vez mayor por lo que han centrado sus esfuerzos en reducir las emisiones de carbono, utilizar menos energía y gestionar mejor los desechos.
Pero, la realidad es que lograr una mayor sostenibilidad en el comercio electrónico en América Latina es tarea de todos. Cada uno desde su rol cumple una función muy importante.
Inversores ESG. Además de los esfuerzos de sostenibilidad impulsados por los consumidores y por las propias empresas, cada vez más empresas que cotizan en la bolsa en la región están impulsando el interés en la sostenibilidad, incluso en el comercio electrónico, ya que los inversores dan más importancia a los factores ambientales y no estrictamente financieros.
La inversión denominada ESG (medioambiente, social y de gobernanza) ha dado lugar a una tendencia cada vez mayor por incluir el análisis de estos factores por parte de las empresas inversionistas para identificar los riesgos significativos y las oportunidades de crecimiento.
Mientras más empresas de la región, sobre todo del comercio electrónico mundial, coticen en la bolsa, aumentará la presión por demostrar credenciales ecológicas a los inversores, clientes y consumidores.
Consumidores. Sin duda alguna, son la clave para fomentar la
sostenibilidad. Pero hay que reconocer que, incluso cuando se acusa
preocupación, existe una brecha real entre lo que dicen y hacen en cuanto al
cuidado del medio ambiente.
Las compras verdaderamente «ecológicas» requieren identificar proveedores, materiales y métodos que sean sostenibles. Y al final, solo una pequeña cantidad de consumidores, generalmente menos del 10%, están dispuestos a pagar por una mayor sostenibilidad.
Pero esto puede cambiar. Las empresas de Latinoamérica y el mundo han
notado que es más probable que las generaciones jóvenes actúen en función de
sus preocupaciones sobre el medioambiente. Jaime Dacaret
,Gerente General DHL Express Chile.
Esto, está llevando a muchas empresas a hacer un mayor esfuerzo para tomar medidas que mejoren sus credenciales de sostenibilidad ambiental y presentarse como empresas sostenibles.
Empresas. Hoy, los líderes de la ciudadanía empresarial saben que necesitan de un compromiso mayor. En muchas organizaciones, los colaboradores y jefes están fomentando un mayor interés en los impactos ambientales de las empresas, incluso a través del trabajo en cadenas de suministro circulares y otros esfuerzos similares.
De hecho, las empresas multinacionales están impulsando activamente prácticas comerciales más sostenibles, incluido el comercio electrónico.
Gobiernos. En Latinoamérica, aunque se han centrado más en la protección y sostenibilidad ambiental, aún se deben vincular las preocupaciones ambientales con el comercio electrónico de una manera que sea visible para el público y las empresas.
Las necesidades del e-commerce pueden transformar la metodología de entrega de las ciudades, optando por mejores acciones que regulen determinadas tecnologías, como los drones y los scooter eléctricos.
Además, proporcionar incentivos fiscales para el uso de vehículos eléctricos o de combustibles alternativos pueden promover métodos de entrega sostenibles.
A largo plazo, los planificadores urbanos deben considerar cómo incorporar cambios que facilitarán el e-commerce, como estaciones de carga para vehículos eléctricos, habilitar centros, almacenes y casilleros seguros y otras plataformas logísticas en áreas que tradicionalmente no están asignadas para ellos.
La Organización de las Naciones Unidas ha creado un grupo de trabajo mundial para promover el transporte sostenible mediante un enfoque de «Evitar-Cambiar-Mejorar» que aboga por una serie de medidas para lograr que el transporte, tanto de personas como de bienes, sea más eficiente y ecológico.
En América Latina, se hacen esfuerzos en la materia. En 2011 los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay emitieron la «Declaración de Bogotá sobre objetivos de transporte sostenible» que busca promover la sostenibilidad en todas las formas de transporte, incluido el de carga.
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