El
2022 fue un año complejo desde el punto de vista de la inversión inmobiliaria.
Durante el primer trimestre fue lento, con un poco del “vuelo” del 2021; luego
vino la incertidumbre, principalmente por la discusión política en torno al
proceso constituyente, lo que generó revuelo a nivel social y que permeó en las
confianzas.
Recién
en septiembre, hubo una descompresión y se comenzaron a sentar las bases de lo
que se avecina para el próximo año. Este panorama fue, lo que precisamente, fue
impulsando a los inversionistas chilenos a buscar opciones fuera del país.
Muchas
inmobiliarias han parado sus proyectos y existe una menor oferta desde el
estallido social, pasando por la crisis sanitaria, donde el stock es uno de los
principales problemas. No obstante, prevemos que el 2023 será un buen año para
quienes buscan invertir en propiedades.
Actualmente
es un buen momento para encontrar propiedades con tickets bajos, debido a la
cantidad importante de inmuebles que se encuentran disponibles, debido a los
problemas de algunas reservas que no han podido ser concretadas, a causa de
problemas crediticios por parte de los clientes, por las restricciones
impuestas por los bancos y que fueron aumentando desde fines del 2021 y durante
todo este 2022.
Por
otro lado, también el empleo informal ha impactado fuertemente en la crisis
actual, ya que lleva a que las personas no califiquen dentro de la banca
formal, y eso hace que sea más restrictivo el poder optar a tener propiedades.
Estas
razones son las principales para indicar que el arriendo seguirá siendo un
modelo atractivo, ya que, debido al costo de construcción, mano de obra y baja
oferta inmobiliaria, sumado a las restricciones bancarias antes mencionadas, el
poder adquirir una propiedad será algo complicado, lo que hará más atractivo
para los inversionistas el comprar para arrendar. Si se cuenta con el capital
para hacerlo, el momento es ideal.
Asimismo,
para el 2023 va a seguir siendo atractivo el invertir en regiones, dado que la
gente ya se ha acostumbrado a privilegiar una mejor calidad de vida, sobre todo
con las facilidades que entrega el teletrabajo. En la capital, las propiedades
que estén cercanas a servicios, como estaciones de metro, autopistas,
hospitales, entre otras, son las que hay que tener en consideración.
En
general, el 2023 será un período con un mercado con alta inflación. Chile va a
estar recién acomodándose a las coyunturas políticas, sociales y económicas que
estamos viviendo. Situaciones que están aprovechando los “multi family” y que
los inversionistas individuales deberían aprovechar para tomar posesión de
buenos precios en propiedades que son atractivas y, sobre todo, porque la
capacidad crediticia es restrictiva para algunos, lo que impulsará la alta
demanda por viviendas.
Todo,
sin dejar de lado las opciones que se configuran fuera de Chile, las que
cuentan con números más que interesantes a nivel de rentabilidad, además de la
seguridad que brindan al ser activos que se transan en monedas más estables
como el dólar.
El
panorama de la inversión inmobiliaria sufrió una transformación en los últimos
2 años, con alternativas que llegaron para quedarse, y con modelos para todos
los bolsillos, abriendo un nuevo mundo de posibilidades que continúan en
aumento.
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