Con el objetivo de fortalecer
y enriquecer la oferta de los vinos chilenos y potenciar una mejor expresión de
la vitivinicultura de nuestro país, el ministro de Agricultura, Esteban
Valenzuela, junto con a la directiva de Vinos de Chile encabezada por su
presidente Alfonso Undurraga, anunció hoy la incorporación de nuevas variedades
y denominaciones de origen para el vino chileno al decreto 464 que regula esta
materia a nivel nacional.
Tal como explicaron las
autoridades, la ampliación del universo de cepas que podrán ser utilizadas en
la producción de vinos, ya sea como vinos varietales o en ensamblajes,
contribuirá directamente a enriquecer la oferta de los vinos chilenos y a
potenciar una mejor expresión de nuestra producción, a través del cultivo de
las cepas que más se adapten a las zonas de producción.
Esto permitirá, además,
competir de mejor manera con otros países que ya utilizan algunas de las cepas
que hoy se incorporan, como la variedad Marselan.
“La industria del vino es la
más importante del país desde el punto de vista de la proyección de Chile. El
vino chileno es nuestro gran embajador cultural de las delicias y de la
diversidad de nuestro país y este es un día muy importante, porque, por una
parte, tenemos un repunte en la venta de vinos al exterior y a su vez, estaos
junto al SAG, creando, por una parte, nuevas zonas de producción de vino y
también nuevas cepas. La industria va innovando y mejorando cada vez más”,
señaló el ministro Valenzuela.
El secretario de Estado
también explicó que se consideró admisible la incorporación al decreto 464 de
las nuevas denominaciones de origen Rapanui y Chiloé, donde en ambos casos,
impulsará un mayor desarrollo vitivinícola en esas zonas y mejorará la comercialización
de los vinos obtenidos en Rapanui y en el archipiélago de Chiloé aportando sin
duda, al reconocimiento y valorización de esos territorios y su cultura.
“Como sector del vino, como marca país, estamos potenciando el desarrollo de nuevas cepas que antes no estaban reconocidas, y que por lo tanto no podían mencionarse en las etiquetas con anterioridad.
La inclusión de nuevas cepas y la ampliación del universo de
estas, como varietales o ensamblajes, contribuirán directamente a enriquecer la
oferta de los vinos chilenos, con una señal importante con vías a generar una
mejor expresión de nuestros terroir, posibilitando una mayor competencia con
otros países”.
En esa línea el director
nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), José Guajardo, señaló que “la
modificación del decreto 464 que incluye 51 nuevas variedades de vid a este
catálogo que tenemos es muy importante porque eso permite comercializar de
mejor manera todos nuestros vinos, son más de 100 variedades que suman a
nuestro portafolio y eso hace más robusto y potente nuestro sector productivo a
nivel nacional.
Nos enorgullece mucho el haber
participado y contribuido al trabajo que se ha hecho tanto en Rapanui como en
Chiloé”.
Finalmente, la directora
nacional de ODEPA, Andrea García, dio cuenta de que todo este trabajo “se
enmarca en la agenda de competitividad agroexportadora del Ministerio de
Agricultura, esta agenda que nos permite ir avanzando en competitividad
precisamente en este sector, que es muy característico de nuestro país y que
nos permite llegar con un producto de calidad a los destinos más exigentes”
Estas cifras nos permiten vislumbrar mejores oportunidades para el sector (…) la oportunidad de conta con vinos de destinos tan exóticos como Chiloé o Isla de Pascua nos abre un camino de competitividad donde nos posicionamos como país para ofrecer productos cada vez más desafiantes a un público cada vez más exigente”.
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