Los eventos ocurridos hace solo unas semanas en la costa chilena, han puesto de manifiesto una preocupante realidad que amenaza no solo la seguridad de los residentes, sino que también, puede tener repercusiones en el futuro de las inversiones inmobiliarias en estas zonas.
Lo ocurrido en Reñaca, donde un socavón de 30 metros de
profundidad obligó a la evacuación de los residentes de un edifico, es solo la
punta del iceberg de un problema que requiere atención urgente.
Este hecho, obliga a
plantearnos múltiples interrogantes desde diversas perspectivas. Desde el punto
de vista ambiental, es evidente que la construcción en terrenos costeros
conlleva riesgos inherentes que, si no se abordan de forma adecuada, pueden
resultar en daños significativos. La naturaleza de estas zonas, sometidas
constantemente a la acción del mar y las condiciones climáticas, exige un
enfoque de construcción y mantenimiento mucho más riguroso.
Por otro lado, la imprudencia
desde algunas empresas constructoras, también ha pasado la cuenta. Muchos
proyectos inmobiliarios se han llevado a cabo sin estudios correctos en cuanto
a suelo o consideración de infraestructuras subterráneas críticas, como los
colectores de aguas lluvias, poniendo en riesgo no solo las inversiones, sino
la vida de los habitantes de estos inmuebles.
El mundo político también es
responsable, con una falta de claridad en las responsabilidades entre entidades
como el Ministerio de Obras Públicas y el Servicio de Vivienda y Urbanización
(Serviu) ha creado un vacío de acción que agrava la situación. Aquí, es
importante establecer líneas claras de acción para abordar estos problemas de
manera efectiva.
Desde la perspectiva de la
constructibilidad, es importante señalar que, si bien es técnicamente posible
construir en dunas o terrenos arenosos (como lo demuestra el Burj Khalifa en
Dubai), la clave está en la calidad de los cimientos y la ingeniería aplicada.
El desafío para el futuro radica en garantizar que las construcciones
existentes reciban el mantenimiento adecuado y que se implementen medidas
preventivas para evitar nuevos incidentes.
Para los inversionistas, la
situación actual presenta un panorama complejo, dado que el valor de las
propiedades en zonas afectadas por socavones se ha visto significativamente
devaluado, lo que representa pérdidas considerables para quienes buscan vender.
Sin embargo, para aquellos con apetito por el riesgo y liquidez, podría
representar una oportunidad de compra a precios reducidos, con la expectativa
de una apreciación futura, siempre y cuando se implementen medidas de
mitigación efectivas, lo que puede resultar en una “lotería”.
El mercado hipotecario y de
seguros también se verá afectado. Es probable que los bancos y aseguradoras se
muestren más cautelosos al otorgar créditos o pólizas para propiedades en estas
zonas de alto riesgo, lo que podría limitar aún más el dinamismo inmobiliario
en el área.
Considerando todo esto, es
importante recordar la importancia económica y turística de zonas como Viña del
Mar y Concón. Los gobiernos locales tienen un fuerte incentivo para actuar y
proteger estas áreas vitales, para lo que deben implementar medidas de
mitigación de riesgos pensando en la seguridad de los residentes, así como
también, para preservar el atractivo de estas localidades para futuros
inversionistas y turistas. La tarea ahora es de todos.
Sobre Crece Inmobiliario:
Crece Inmobiliario es una
empresa que busca entregar soluciones integrales en el área Inversiones
Inmobiliarias. Tienen a disposición todas las herramientas necesarias para
asesorarte y acompañarte en todo el proceso de Inversión en Chile o en EEUU con
una solución integral de 360 grados.
Para saber más, visita: https://creceinmobiliario.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario