Andrés Freudenberg, experto en desarrollo
profesional explica que “la adversidad laboral ayuda a dejar a la luz
oportunidades de mejoras en una organización, los ámbitos qué se están
descuidando, las acciones que se pueden incorporar y cómo ayudar al
funcionamiento en tiempos de crisis.
El costo humanitario tomado por COVID-19 ha
creado incertidumbre en las filas internas de las empresas. Este escenario genera
un espacio para que los líderes puedan responder de manera efectiva hacia sus
equipos.
Organizarse para responder a las crisis, promover
la resolución y ejecución rápida de problemas, elevar a los líderes y nuevos
mandos dentro de la empresa y tomar decisiones claras y realizables para demostrar
empatía hacia la tragedia humana como primera prioridad, son decisiones acertadas
a los requerimientos actuales que ayudarán a los equipos salir victoriosos.
La reflexión es que esta emergencia está poniendo
a prueba a los líderes de todas las empresas y sabemos que un líder informado
puede anticipar los peores escenarios con buenas respuestas para ayudar a
establecer los comportamientos y valores
que apoyan a las organizaciones ante un posible quiebre de la economía mundial.
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