El programa que durante 2025 cumplirá 33 años de vida y trabaja con
mujeres en 15 de las 16 regiones del país, destaca por su diversidad
demográfica y social: un 32% declaró pertenecer a alguno de los 10 pueblos
originarios reconocidos por el Estado chileno, y que además enfrentan
particularidades territoriales muy distintas entre sí.
La investigación se realizó en colaboración con el Centro
Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp) y fue presentada ante
autoridades, participantes del programa y representantes de organizaciones y
entidades vinculadas al tema.
La subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género, Luz Vidal
Huiriqueo, y su par de Agricultura, Ignacia Fernández Gatica, destacaron el
impacto del programa y la voluntad de recoger, desde su labor, los desafíos que
este estudio entrega, fortaleciendo también las alianzas entre instituciones,
organizaciones y demás actores relevantes para esta agenda.
El estudio observa el impacto que tiene el programa bajo los criterios
de pertinencia, género e interseccionalidad, eficacia y eficiencia, criterios
que se enfocan en los espacios de mejora que tiene el programa.
Destaca que, en los años analizados, un 40% de las participantes
encuestadas considera que sus ingresos aumentaron tras su participación en el
programa, creciendo también las tasas de producción de las beneficiarias: de
33,4% a 89,6%.
Además, muestra que el número de mujeres que aseguraron ingresos se
triplicó y un 68,1% de las encuestadas aumentó su Ingreso Bruto por Venta. Por
otra parte, hay desafíos que siguen latentes, como la urgencia de las
campesinas de superar las barreras ante el acceso a tierras y agua.
El director nacional del INDAP, Santiago Rojas Alessandri, destacó
que “el impacto del Programa Mujeres Rurales ha sido positivo: las
participantes aumentaron sus ingresos brutos por ventas en un 68% de los casos.
Es muy positivo esto”. Respecto a los desafíos que mostró el
estudio, el director señaló que “más del 30% de las participantes del programa
son mujeres indígenas; ellas nos han planteado cómo incorporamos más
pertinencia cultural para implementar este instrumento.
Por su parte, Sara Araya Gallegos, directora de Programas y Gestión
Regional de Prodemu se refirió a los puntos favorables que reveló el
estudio, poniendo en valor el aumento de los ingresos de las mujeres.
“El estudio tuvo como resultado que el 89% de las mujeres
encuestadas aseguró sentirse satisfecha, incluso comentaron que salieron
transformadas tras los 3 años que dura este programa.
Esos datos, para nuestra fundación son muy relevantes: que ellas sientan
que avanzan hacia su empoderamiento y autonomía económica y que sientan que los
recursos entregados las han fortalecido a la hora de tomar decisiones”,
concluyó.
Al respecto, Nancy Núñez, artesana quien rescata técnicas
ancestrales para tejer la pita e integrante de la Mesa de la Mujer Rural comentó
que “debería seguir fortaleciéndose este programa, que es importante. Yo me
empoderé, aprendí a valorizar mi trabajo y mi conocimiento. Las mujeres salimos
fortalecidas para tomar decisiones”.
El estudio completo está disponible en https://shorturl.at/LuJqU
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