Llamadas, mails y mensajes no
deseados: un dolor de cabeza para los chilenos que se podría convertir en un
fraude digital
Los conocidos spam o malspam
ahora son parte del día a día de los chilenos. De acuerdo con un estudio de
Hiya, en el último trimestre de 2024 se reportó al menos 28 llamadas no
deseadas al mes por persona, mientras que 25% fueron fraudulentas.
Santiago, 27 de junio de
2025.- De una forma u otra los datos personales son compartidos o llegan a
manos de empresas para hacer publicidad de sus servicios, convirtiendo sus
mensajes en un constante spam de información tanto por correo electrónico, como
mensajes de textos y llamadas.
Esta es la cara “limpia”, aunque molesta, de
los contactos no deseados, pero también existe la otra parte: los malspam,
dirigidos exclusivamente para cometer fraudes.
En Chile esta es una
problemática que ha ido en crecimiento. De acuerdo con un informe de la empresa
de investigación de mercado y consultoría, Ipsos, el 51% de las personas asegura ser contactados semanalmente
para intentos de fraude.
Por otro lado, en un estudio de la compañía Hiya, experta en identificar y
bloquear llamadas no deseadas, en el último trimestre de 2024 en Chile se
reportó una tasa de spam de 71%, de los cuáles 25% correspondían a llamadas
fraudulentas.
La investigación determinó que, mensualmente,
en el país se registraron 28 llamadas no deseadas por persona.
“En ciberseguridad cuando nos
referimos a mensajes, correos o llamadas no deseadas con connotación
fraudulenta lo denominamos malspam.
Es una combinación entre
malware y spam en el que se combinan técnicas de phishing para vulnerar, robar
y apropiarse de los datos personales de las víctimas y cometer el delito”,
explica Mario Micucci, investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
La importancia de diferenciar
el spam con el malspam
El spam vende, es publicidad o
promociones, promete beneficios o premio y son genéricos, aportan contenido que
puede atrapar a los usuarios, mientras que el malspam busca infectar un
dispositivo, tener el control, divulga archivos maliciosos o link falsos, se
relaciona más con asuntos como “factura pendiente” o “pago atrasado” y
despierta el sentido de urgencia.
Todos estos factores son
importantes analizarlos antes de caer en algún correo o mensaje no deseados.
Mientras que en las llamadas pueden usurpar la identidad del banco para robar
las credenciales de la víctima.
“Fuera del colapso de correos
que nos puede dejar un spam, su versión maligna puede tener consecuencias
importantes en los datos personales o sensibles y traducir a un fraude bancario
o estafas, lo que genera un daño muy caro en la víctima”, recalca
Micucci.
¿Es posible protegernos de un
malspam?
El spam puede surgir luego de
que nuestro mail o número de contacto es colocado en algún sitio web, de allí
parten los envíos de publicidades o de malspam.
Desde ESET comparten 5
recomendaciones para evitar ser víctimas de mensaje o llamadas
fraudulentos:
Cuidar dónde se comparten los
datos de contacto: esta es la principal entrada de las llamadas y mensajes
no deseados. Si bien, hoy todas las marcas necesitan de esta información para
poder hacer, por ejemplo, envíos de alguna compra, es importante considerar que
esta acción puede traer otras consecuencias.
Crear correos electrónicos
desechables: esto puede utilizarse para recibir desde newsletter o
mensajes de suscripciones que no entorpezcan las labores diarias del email
principal.
Verificar que el contacto sea
el original: es importante validar si la llamada o el correo recibido sea
desde la compañía legítima, principalmente si dicen ser de una entidad bancaria
o marca reconocida.
Activas soluciones de
seguridad, como antispam: en el mercado hay variedad de software que
ayudan a evitar y bloquear los correos no deseados o alertar sobre llamadas de
contactos desconocidos que podrían ser fraudulentas.
“Es una situación compleja. Se pueden evitar, pero siempre recibiremos correos, llamadas o mensajes molestos e incluso que busquen estafarnos. Lo verdaderamente importante es estar atentos y tomar la precaución necesaria, no dar clic a enlaces sospechosos, dudar si no esperábamos una compra, por ejemplo, o llamar directamente a nuestro banco para validar una información”, finaliza el experto.